Es ya tradición fotografiar la llegada de flamencos a la reserva natural de la laguna de Fuente de Piedra, en Málaga. Allí estas aves inician su ritual de cortejo, nidificación y puesta de huevos, pero no es el único punto de la provincia donde ocurre. El Bioparc Fuengirola trabaja desde hace semanas para garantizar que los más de 50 flamencos que alberga el parque tengan su habitual proceso de reproducción y puesta.
La escandalosa colonia aumenta cada año su población al llegar la época de cría, una fase que los flamencos delatan a sus cuidadores manifestando particulares movimientos. Una coreografía perfectamente sincronizada en la que los flamencos despliegan sus coloridas alas, estiran el cuello, giran la cabeza de lado a lado o caminan juntos cambiando de dirección de forma inesperada. Es el momento del cortejo, punto de partida de su reproducción.