Tina y Darwin, la pareja monos sakí de cara blanca (Pithecia pithecia), han sido padres de un bebé que llegó al mundo en el parque de Selwo Marina (Benalmádena) a finales de abril. El bebé, que nació en perfecto estado de salud, está siendo amamantado y criado por su mamá Tina, que durante este tiempo apenas se ha separado de su cría.
Se les puede ver desplazándose por las ramas de su instalación en el zoo, del que forman parte gracias al Programa Europeo de Conservación de Especies en Peligro (EEP) de la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA). Esta familia de primates, procedente de Venezuela, las Guayanas y el noroeste de Brasil, se encuentra en estado de conservación cuyo grado es preocupación menor.
No obstante, y como es natural, la llegada del bebe sakí ha sido motivo de gran alegría para toda la familia de cuidadores del parque, que ha sido testigo de cómo esta pareja reproductora, desde el principio, ha mostrado una gran compenetración y compatibilidad.
Los sakí de cara blanca viven en parejas monógamas o en pequeños grupos familiares, de dos a cinco individuos. Presentan un claro dimorfismo sexual, pero de momento la cría es pequeña y no se aprecia todavía si es macho o hembra. Se la ve, eso sí, muy apegada al vientre de su mamá, que la protege así por instinto natural.
Selwo Marina cumple este mes dos décadas de vida, las de un zoológico pionero en Andalucía, dada su condición de primer delfinario y pingüinario de estas características en la comunidad. Fue un 15 de junio de 2002 cuando el parque abría sus puertas al público que, solo cinco años después -en 2009-, ya había acumulado 1,7 millones de visitantes.
Los proyectos de conservación han sido prioridad del parque a lo largo de los años, tanto in situ como exsitu, en colaboración con la Fundación Parques Reunidos. La razón de ser del zoo es educar en el respeto al medioambiente y a la biodiversidad animal y vegetal. La amenaza del peligro de extinción es un gran revulsivo para los zoos actuales, muy volcados en los programas de conservación.