Málaga ha vuelto a salir a la calle otro 31 de octubre para celebrar la noche de Halloween. Pero este era diferente. Málaga no estaba llena de mascarillas, sino de máscaras de payasos, zombis y otros seres paranormales.
El entorno de Carretera de Cádiz al filo de las siete de la tarde era todo un hervidero de niños correteando mientras salían y entraban de los comercios de la zona, que estaban preparados con un buen arsenal de caramelos y golosinas para todo el que entrara gritando el clásico "¿Truco o trato?".
Sin embargo, el distrito había organizado sus dos grandes fiestas en el Parque del Oeste y el Parque Litoral. En el primero habían colocado un escenario con un cuentacuentos y varios puestos donde los más pequeños podían pintarse la cara e incluso hacer música con hortalizas, una actividad que causó sensación.
El Parque Litoral se convirtió en Málaga Zings, la versión malagueñizada de la serie Stranger Things. Allí, un photocall donde hacerse fotos terroríficas con Chiquito de la Calzada modo zombi o un Pompidou tomado por los extraterrestres. También estaban disponibles una zona para jugar a un videojuego y otra con música para echarse unos bailes. También había un peculiar '¿Quién es quién?' gigante, donde dos grupos podían echarse partidas a este clásico juego de mesa donde había personajes tan divertidos como el 'canijo', el 'colmillos' o la 'piruja'.
Los malagueños
Lidia y Amara son dos hermanas malagueñas que estaban celebrando la fiesta de Halloween muy contentas. Lidia es la mayor y no ha sido de disfrazarse siempre, pero este año "tocaba". Amara estaba muy contenta de pasar el rato con su hermana mayor en una fiesta que hasta ahora no había podido disfrutar del todo por la pandemia.
Sin duda era el comentario del día."Ya nos tocaba ser felices y celebrar", decía un grupo de amigos apodados como los 'Málaga Guay', tal y como se llama su grupo de WhatsApp. Este equipo sin duda podía presumir de unos de los mejores disfraces de la noche en el Parque del Oeste, de granjeros malvados.
Por su parte, la pequeña Valeria eligió para disfrazarse a una malvada Disney, a Maléfica. Pese a que en las fotografías que le estaba haciendo su padre frente a uno de los focos del parque luce bastante seria e imponente, la niña reconoce estar contenta de que "en el cole hayan vuelto las actividades de Halloween", que realizaron el pasado viernes. "¡Vino hasta un mago y todo!", expresa.
Cerca de ella camina muy deprisa otra familia. Son de Alcalá la Real, de Jaén. Han venido unos días a visitar a la hermana de ella y no han querido perderse la celebración de Halloween. "Ni esta en el parque con los niños ni la fiesta de después", bromeaba el padre.
En las afueras del parque, en la barriada de Santa Paula, también se podía divisar un gran barullo. La asociación de vecinos había organizado otra fiesta que no se quisieron perder las integrantes del grupo de baile de Santa Paula. Todas van uniformadas con falda larga negra, body de encaje negro y sombrero naranja de bruja.
"Es nuestro atuendo para el baile y pensamos que nos iba a venir muy bien. Íbamos a salir baratitas", bromea una de ellas. Para una de las bailaoras era su primera vez celebrando Halloween. "Para mí no es la primera vez, otro año ya lo celebramos en clase disfrazadas, en la intimidad, porque la cosa estaba peor. Como este año no, yo me apunto a un bombardeo, nos gusta la marcha y aquí estamos celebrándolo", confiesa otra señora.