El rostro que pudo tener Pepita, el esqueleto con 9.900 años de antigüedad hallado en la Cueva de Nerja, ha sido reconstruido gracias a la tecnología 3D y el resultado se podrá ver este año en el Museo de esta localidad malagueña.
Este esqueleto epipaleolítico fue localizado en la Sala de la Torca de la gruta durante las excavaciones arqueológicas dirigidas por el profesor Manuel Pellicer, ha informado este sábado en un comunicado la Cueva de Nerja, que ha presentado la reconstrucción en 3D en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) de Madrid.
Su estudio ha sido uno de los principales objetivos de la Fundación Cueva de Nerja a lo largo de los años, ya que es uno de los esqueletos mejor conservados de Europa, porque no es habitual que restos con esta antigüedad muestren una conservación tan óptima.
Los últimos estudios revelan que el esqueleto perteneció a una mujer fallecida en torno a los 19 años, presenta huesos muy gráciles y poseía una musculatura débil, por lo que no parece que hubiera practicado actividades físicas muy intensas.
Se le ha estimado una estatura de alrededor de 150 centímetros, inferior a la media de su sexo, y el cráneo y las proporciones esqueléticas se asemejan a las presentes en algunas poblaciones actuales africanas, aunque realmente no muestra similitudes con otras poblaciones prehistóricas de su época.
El estudio de las inserciones musculares y la longitud de los huesos del brazo izquierdo revelan que era zurda y, aunque padeció una severa infección en su oído izquierdo, que dejó su cicatriz en el cráneo, la causa de la muerte no puede determinarse con exactitud.
Lo estadísticamente más probable es que el fallecimiento se produjera por complicaciones de parto o durante el posparto, según los investigadores, que en las últimas pruebas con Carbono 14 han determinado que vivió hace unos 9.900 años.
El estudio isotópico señala que su dieta se basaba en el consumo mayoritario de carne y de alimentos vegetales recolectados, y tenían una escasa importancia los productos del mar.
El rostro de Pepita se expondrá en un kiosco táctil cuyo software ha sido realizado por la empresa tecnológica Paythunder, y será la primera vez que se aúne la reconstrucción facial con la inteligencia artificial, lo que convertirá al Museo de Nerja en un referente a nivel nacional en alta tecnología aplicada a la museografía.
El proceso de investigación se inició con la realización del modelado del cráneo de la pieza mediante su escaneado y procesado en 3D con el programa MeshLab y, una vez realizado este primer paso, el cráneo fue importado al programa de animación Blender para su aproximación facial.
Se han utilizado los protocolos antropológicos más fiables para la reconstrucción facial para obtener la morfología básica y con el programa 3D ZBrush se le dio el modelado final que sirvió de base para su posterior renderización.
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