A finales de 2021, Jony, el streamer ViviendoEnLaCalle, se hizo viral en redes sociales y apareció en decenas de medios de comunicación. Su historia llamaba la atención a cualquiera que la escuchaba, hasta a los ajenos a las nuevas tecnologías. Como indica el nombre de su canal de Twitch, Jony grababa directos en las calles de Madrid, donde vivía. En EL ESPAÑOL de Málaga contamos el momento que consiguió alquilar un piso, en noviembre de 2021, gracias a la generosa donación de un seguidor. ¿Pero qué ha sido de él desde entonces?
Para poner en situación a todo aquel que no lo conozca, Jony nació en Málaga, pero no se siente de esta ciudad andaluza; tampoco tiene acento. No le dio tiempo a cogerlo, puesto que se marchó a vivir a Madrid. Tuvo una infancia y adolescencia bastante complicada. En 2015, se quedó sin su empleo como camarero, lo que le cambió absolutamente la vida. Comenzó a no tener dinero para pagar su piso y ya sufría problemas con las drogas, lo que le llevó a vivir en las calles madrileñas, que ahora conoce mejor que su propia mano.
La Plaza de las Cortes de Madrid pasó a ser el salón de su casa. Gracias a Cruz Roja y con mucha fuerza de voluntad, consiguió acabar con su adicción a las drogas y comenzó a vender objetos como postales y paraguas por la calle con el único objetivo de ganarse unas monedas. Sin embargo, el vuelco a su vida llega cuando se asomó a una ventana en el mundo virtual, Twitch, para contar sus experiencias vitales, a principios de 2021. Jony ha debatido desde entonces sobre política con sus seguidores, pero también ha contado momentos difíciles, como las tres veces que pasó por la cárcel.
El formato de Jony, con la calle como setup y con un móvil como cámara, comenzó a convencer al público, que se sumaba a sus directos y se suscribía a su canal. En octubre de 2021, cuando ya monetizaba los streams tras lograr mantener a la audiencia en su canal (ganaba unos 1.000 euros mensuales entre los anuncios y sus 500 suscriptores), la donación económica de uno de sus seguidores marca un antes y un después en su carrera. 11.500 euros hicieron que pudiera salir de la calle alquilando una vivienda digna donde poder vivir con su perra, Duna, su fiel compañera. El 16 de noviembre de 2021, no olvida la fecha, volvía a vivir bajo un techo después de siete complicados años.
Cuando Jony habló en aquel momento con EL ESPAÑOL de Málaga aseguraba que no tenía claro qué tipos de contenidos haría cuando comenzara a vivir bajo techo. "El canal tendrá que evolucionar de otra forma porque ya no está el morbo de vivir en la calle. Quiero dar charla en centros de menores sobre cómo me jodía la vida con solo quince años para que los niños no hagan lo que yo hice y grabarlas en directo. Igualmente, estar en una casa me permitiría cocinar y seguir charlando con la comunidad. Tampoco me importaría hacer manualidades...", contaba entonces.
La realidad es que durante los meses de diciembre y enero de aquel año, según cuenta en un vídeo de su canal de YouTube, fueron bastante complicados. A su comunidad no le gustaba que grabara en casa reaccionando vídeos. Preferían que hiciera directos a pie de calle, como él ya imaginaba. No había morbo. Es por ello por lo que viendo que las suscripciones bajaban, decidió volver a salir de casa para grabar. Streameó un viaje a Lisboa. Funcionó, pero no podía permitirse tanto gasto continuamente, así que se puso a darle vueltas a la cabeza para sacar un contenido convincente en Madrid. Los primeros pasos fueron unos directos en el rastro de Madrid y hablando con riders.
No le llegaba el dinero para el alquiler de la casa donde vivía entonces y decidió mudarse a una que costaba 650 euros al mes. Para hacer frente a este gasto, optó por hacerse rider. Empezó a grabar sus jornadas laborales con una cámara GoPro y subía fragmentos interesantes a YouTube. Viendo que a los internautas les gustaba este nuevo contenido, decidió empezar a streamear con un router sus repartos, algo que relanzó de nuevo su canal de Twitch, en el que sus seguidores le han visto incluso caerse de la moto.
Pero ojo, que Jony también ha sufrido los estragos del mundo de Internet en los últimos meses. En un directo, los miles de seguidores de Jony vieron cómo la Policía Nacional le cacheaba tras ser alertados por un individuo de que el streamer portaba un arma. En otra ocasión, la Policía se entrevistó con él por supuestamente haber colocado una bomba. Todas las denuncias, falsas, provenían, previsiblemente, de algunos de sus haters. "Ojalá el que lo haya hecho pague el despliegue de esta docena de policía y también lo haga ante la justicia", explicaba en aquel directo con indignación Jony.
Así, también dio el paso de grabar retos relacionados con la gastronomía española. Prueba restaurantes y da su opinión a la comunidad. Hace unas semanas, de hecho, visitó Málaga con el youtuber Antonio Gutiérrez y probó camperos como los de Mafalda, Burger La Playa, Maruchi o Hidalgo. Hemos de decir que le sorprendieron.
Desde hace unos meses, Jony había centrado sus contenidos en tres temáticas: gastronomía, su día a día como rider y sus historias personales. Ha trabajado a través del 'prueba y error' para ver qué le gusta a su público y cuál era la mejor forma de presentarles el contenido. Inspirándose en otros youtubers como Luisito Comunica, Nil Ojeda o el malagueño Esttik, pero dándoles una vuelta, ha logrado hacerse un hueco en el mundo de Internet, donde cada vez gana más prestigio --ha sido uno de los nominados a la categoría de mejor streamer IRL este año--.
Es decir, hasta hace apenas unos días, hacía directos IRL a diario en Twitch, subía tres vídeos semanalmente a YouTube y publicaba, al menos, un clip llamativo a diario a TikTok. De esa forma, ha conseguido más de mil viewers de media en Twitch. A finales de año, aseguraba que pese a estar tan organizado iba a tratar de adentrarse en nuevos formatos y así va a hacerlo.
Este mismo viernes el streamer anunciaba que va a dejar de ser rider y que va a comprarse un coche que piensa camperizar con un único objetivo: dar la vuelta al mundo y crear contenido. De momento, piensa empezar por el continente europeo. Reconoce que desde diciembre los pedidos han disminuido mucho y cree que lo de ser rider empezaba a ser demasiado monótono para él y para el canal pese a que, de momento, le estaba funcionando. "Mientras que no tenga una casa propia, será así. Para estar todos los días en la calle, sin contenido que hacer de repartuza, me compro un coche y me piro", ha declarado a sus seguidores. Parece que hay Jony y aventura para rato.