"El amor está en el aire" en Bioparc Fuengirola, reconoce el responsable de Zoología del centro, Antonio Garrucho. El aumento de las horas de luz solar y la subida de las temperaturas crean un clima más templado y propicio no solo para recolectar alimentos, sino también para el apareamiento de las especies.

En estos meses se produce un cambio sustancial en las hormonas de muchos animales, una alteración responsable del celo y la estimulación del deseo sexual. "Esta época es clave para las especies, pues claramente sin reproducción no estarían aquí", afirma Garrucho.

Según explica, "todo lo que ocurre en el medio natural está enfocado a ello, provocando la fructificación de muchas plantas y proliferación de insectos que garantizaran el futuro de las nuevas generaciones, incluyéndonos a nosotros".

De esta forma, gran parte de las más de 200 especies que alberga Bioparc Fuengirola se encuentran en plena época reproductiva, principalmente aves y reptiles. Los primeros dejan ver sus mejores galas con plumajes brillantes y coloridos, aunque también hay otros comportamientos peculiares como danzas de cortejo, vocalización o pequeños obsequios hacia la hembra, en forma de alimento.

Estas acciones sirven para que la hembra se decida por un macho con el que comenzar el proceso reproductivo. "El macho tiene que demostrar que está en su mejor momento y que será capaz de proveer a la hembra y a las crías de todo lo necesario", señala el experto.

CORTEJOS CURIOSOS

Ejemplo de ello es el proceso de cortejo de los cálaos. En este caso, las hembras son muy selectivas y la estimulación que logre el macho es fundamental para que esta ovule y ponga huevos fertilizados. Así, el cortejo se inicia con un juego de aleteo y un acercamiento entre ellos. Durante los días que dure este proceso, el macho coquetea con la hembra, juega con ella, y una vez que la hembra acepte al macho, se aparearán.

Los flamencos, por su parte, demuestran que están en celo con una coreografía perfectamente sincronizada en la que despliegan sus coloridas alas, estiran el cuello, giran la cabeza de lado a lado o caminan juntos cambiando de dirección de forma inesperada. 

Los faisanes realizan intensos aleteos para marcar el territorio, las cigüeñas hacen crocoteos o los casuarios dejan de comer cuando deciden dedicarse a sus labores de cortejo.

La mayor parte de las especies de reptiles y anfibios coinciden con el periodo reproductivo de las aves. En el caso del falso gavial, o también conocido como tomistoma, es el macho el que elige con qué hembra aparearse. Estos se acercan nadando alrededor de ellas, ambos sexos se golpean con la cola y si el macho es aceptado, se produce la cópula.

En este contexto, los equipos de Zoología y Herpetología de Bioparc Fuengirola comienzan a desarrollar una serie de trabajos que se engloban en un 'protocolo de cría'. En concreto, estudian sus comportamientos para garantizarles todos los recursos que pueden necesitar en el periodo reproductivo: alimento o materiales para que puedan construir sus nidos o las condiciones atmosféricas que se dan en sus hábitats naturales (lluvia, niveles de humedad o temperatura).