Originario de La Línea de la Concepción, en Cádiz, llegó al municipio malagueño de Estepona con apenas 14 años con el objetivo de quedarse solo quince días y ya lleva 50 años. "El tiempo pasa volao'", dice este hostelero, que se llama Manolo Lobo y que regenta el bar de tapas Manolo el del Capote. En septiembre cumple 65 años y ya le toca jubilarse, así que ha iniciado el proceso para vender su negocio a aquel que así lo desee dispuesto, de hecho, a asesorarle, a darle todos los consejos que necesite, para que pueda mantener su clientela, esa que fielmente le acompaña desde hace catorce años, cuando abrió el local. "Jamás nos ha faltado gente", confiesa.
"Lo monté al lado de casa, en 2009, porque tuve varias operaciones El establecimiento está situado en calle Frente Bolillón, "algo alejado del centro", pero en una zona que cada vez tiene "más vida", en palabras del propietario. "Hay colegios, tiendas, de todo... Y no estar en el centro hace que puedas tener precios competitivos. Mi montadito más caro creo que vale dos euros", expresa Manolo en conversación con este periódico.
¿Y de dónde viene el nombre de Manolo el del Capote? De una experiencia laboral pasada. Manolo trabajó en el Mesón El Capote, en la calle Viento. "La gente me conocía como Manolo el del Capote, hasta a mi mujer le decían la mujer de Manolo el del Capote, era la forma de que me reconocieran", comenta entre risas.
Manolo el del Capote es un bar de tapas, de comida "de toda la vida". "La gente que sabe que me jubilo me dicen que les da pena, porque ya cada vez priman más los restaurantes raros, la mayoría son de pizzas y cosas de esas. Los que quedan caseros son de menú, de los que te ponen platos de puchero de primero. Nosotros tenemos barra, planchas, un fuego y poco más, las tapas se hacen rápido. Desde costillas a la miel a ensaladilla rusa, carne mechada o pollo al curry. Todo a mano hecho por nosotros", dice el hostelero, que por eso quiere ayudar a mantener el concepto del bar a aquel que lo compre. "Respeto y entiendo si quiere hacer otra cosa, pero me encantaría vendérselo a alguien que quiera que le enseñe a hacer todas nuestras tapas. Mi idea es terminar a finales de mayo para que encima lo cojan en el mejor momento, con la llegada del verano", prosigue Manolo.
Trabaja solo, aunque tiene siempre la ayuda de su mujer cada vez que lo necesita. Más allá de ello, reconoce que va "tirando del carro" como puede porque le encanta su trabajo. Por su bar han pasado artistas como el desaparecido Edu Gómez, el presentador Manu Sánchez y, cómo no, la esteponera Ana Mena. "A Ana la hemos visto crecer aquí. Siempre ha venido con sus padres. Es una niña encantadora de toda la vida", añade. También estuvo comiendo en su bar el torero José Tomás, "que me prometió que iba a volver y ya no volvió más". El diestro tiene en la carta hasta un montadito a su nombre.
"La realidad es que quiero venderlo cuanto antes y así quitarme cualquier tipo de problema para cuando me jubile", insiste Manolo, que pese a que quiere disfrutar de su nueva etapa bailando, pues es su gran pasión, y en familia, junto a los suyos, tampoco quiere ver morir aquello que vio nacer hace casi tres lustros. "Si no hay suerte, llegado septiembre, a ver qué hacemos, pero yo espero que sí", zanja con optimismo. Los que lo conocen aseguran que es un gran camarero y anfitrión. ¿Seguirá el legado del Capote? El tiempo lo dirá.