Este es el bar más antiguo y auténtico de Málaga
La Antigua Casa de Guardia mantiene su esencia tras casi 183 años de vida, la mayor parte de ellos en su esquina de la Alameda Principal.
20 julio, 2023 05:00Noticias relacionadas
Durante los últimos 200 años, el Centro de Málaga ha sido escenario de una transformación extraordinaria, enclave estratégico de la modernización de la capital de la Costa del Sol, hasta el punto de convertirse en el escaparate de la urbe. Y pese a este proceso de cambio constante, hay un lugar que permanace inalterable al paso del tiempo, casi como una fotografía fija: la Antigua Casa de Guardia.
Asentada la mayor parte de su prolongada vida en la Alameda Principal(su primer emplazamiento estaba cerca de Ollerías), esta taberna lleva 183 años manteniendo sus tradiciones, convertida en uno de los grandes tesoros históricos de una ciudad que poco o nada tiene que ver con la de 1840, cuando abrió sus puertas. Desde su fundación, se ha convertido en un lugar emblemático, siendo considerado el bar más antiguo y auténtico de Málaga.
Muchas son las generaciones que se han dedicado, tras su barra centenaria, a servir el famoso Pajarete, el Moscatel o el Pedro Ximenez. Sobre ella ha posado sus manos el universal malagueño Pablo Ruiz Picasso, quien estaría de acuerdo con que en Málaga el buen vino es un arte que se aprecia y se celebra en cada sorbo. Esa misma barra en la que todos los días la tiza marca la cuenta de cada comensal, tradición casi desaparecida.
A lo largo de sus casi dos siglos de historia, la Antigua Casa de Guardia ha pasado por diferentes manos, manteniendo siempre su esencia y tradición. Tras el fallecimiento de José de Guardia, fundador del negocio, fue heredado por Enrique Navarro, quien, en 1895, lo legó a José Ruiz Luque, que dedicó toda su vida al frente del establecimiento. Sin descendencia, al fallecer en 1932, el negocio pasó a su sobrino, José Garijo, quien durante el siglo pasado se dedicó en cuerpo y alma a mantener la solera del lugar.
La autenticidad y el legado de la Antigua Casa de Guardia perdura en cada copa y en cada conversación que se disfruta en este emblemático bar. Al pasar por sus puertas, el tiempo parece rebobinar a aquellos días en los que aún la gente se desplazaba a pie o sobre caballo, sin rastro de coches, semáforos o teléfonos móviles.
La taberna se ha convertido en un punto de encuentro para los amantes del buen vino y la tradición malagueña. Sus clientes pueden disfrutar de vinos clásicos de bodega propia bajo la Denominación de Origen Málaga, así como del tradicional vermú para el aperitivo. Para acompañar estas exquisitas bebidas, el establecimiento ofrece una selección de conservas y mariscos de alta calidad.
Tras 36 lustros, la Antigua Casa de Guardia se mantiene como un icono vinícola malagueño, que augura seguir mucho tiempo más rellenando durante muchos años más las copas de malagueños y foráneos que acudan a disfrutar de un viaje en el tiempo entre sus paredes y barriles.