Publicidad en su máxima expresión y con una dimensión gigantesca. Esa es la seña de identidad que vuelve a marcar la presencia de Beefeater en Málaga capital, donde en los últimos años ha protagonizado algunas campañas ciertamente singulares vistiendo con una segunda piel edificios emblemáticos de la ciudad.
Ese fue el caso de La Equitativa, adornada hace ahora una década con una enorme lona en la que se anunció esta marca de ginebra, y lo es ahora con otro inmueble estratégicamente localizado junto a El Corte Inglés. El panel, en la que luce una botella de Beefeater Black, esconde un gran andamiaje instalado sobre la fachada del bloque, de planta baja más 15 alturas.
El punto elegido no es baladí, dado que se trata de una de las zonas más transitadas de la ciudad. A esto se suma que se encuentra a apenas unos metros de la boca de acceso y salida de la estación Guadalmedina del Metro de Málaga.
Tal y como se puede comprobar en una parte de la instalación, la iniciativa ha sido desarrollada por la empresa de publicidad exterior VSA Comunicación, fundada en el año 1932 y uno de los grandes referentes en la explotación publicitaria de diferentes soportes. Entre ellos, las fachadas de edificios.
Su firma está detrás de algunas de las publicidades exteriores más reconocibles de todo el país, incluyendo la capital de la Costa del Sol. Sirvan de referencia otras actuaciones ya realizadas en la ciudad, como la protagonizada por Caixabank años atrás en La Equitativa, cuando estaba siendo objeto de obras de rehabilitación, o de Tezenis en otro edificio próximo a la glorieta Albert Camus.
Uno de los detalles que hay que tomar en consideración es que la colocación de este tipo de lonas publicitarias sólo está permitido en aquellos inmuebles que son objeto de obras de rehabilitación. Su instalación se produce sobre el andamiaje necesario para el desarrollo de estas actuaciones y permite minimizar el impacto visual de la intervención.
A principios de este año entró en vigor la nueva ordenanza elaborada por el Ayuntamiento para regular todo lo relacionado con la colocación de rótulos e instalaciones publicitarias. Una de las principales novedades del texto es que restringe el uso de los andamiajes como soporte publicitario. Eso sí, el peso de esta limitación se hace especialmente evidente en la zona del Centro histórico de la ciudad y en edificios protegidos.
En estos supuestos, las lonas que se coloquen "deberán reproducir la fachada del edificio que cubren", logrando con ello "una adecuada integración de la publicidad en la fachada real en rehabilitación -no un lienzo neutro sobre el que destacarla- y en el entorno protegido".
Sí se autoriza que sobre la fachada reproducida en la lona, se disponga "un espacio publicitario de un máximo del 25% de su superficie, situada de forma preferente en la franja inferior de la lona, red o material rígido de protección del andamio".