Una forma propia de hablar, el empleo de palabras únicas, de expresiones que no se encuentran más allá de las fronteras de Málaga. Eso también es cultura y singularidad. Del uso de términos que sólo los locales saben identificar, sonando a chino a todo el que viene de fuera, la capital de la Costa del Sol sabe mucho. Maneras particulares que abrazan hasta personales internacionales como Antonio Banderas, que presume de su malagueñismo sin disimulo.
Porque en buena parte de las calles de la ciudad que vio nacer a Pablo Ruiz Picasso, cuando alguien tiene mucha hambre se le dice enmallao; aquí no se le suele decir a una persona 'te quiero mucho', si no 'te quiero una pechá'; y cuando se busca destacar lo bien que está algo se exclama to perita.
Son solo algunos ejemplos de la variedad lingüística que se practica en la urbe malaguita. Buena muestra del peso que tiene en el día a día de los vecinos es que hasta la Universidad de Málaga le dedicó un apartado en la encuesta social que desde hace varios años viene elaborando.
El documento de 2023 incluyó varias preguntas a los participantes sobre palabras y expresiones malagueñas. Al ser interpelados por si conocían o no determinadas expresiones, la de esmallao es la que obtuvo un grado de conocimiento superior, con un 93%.
En concreto, de un total de 1.265, solo 88 dijeron que no conocían la expresión. Desde el punto de vista porcentual, la siguiente más conocida es no ni na, con un 90,3% (1.132 personas, de un total de 1.253 dijeron conocerla), y la tercera era to perita, con el 89,9% de conocimiento.
Menor es el grado de conocimiento que presentan palabras como alobao, con el 878%; guarrito (singular forma de llamar al taladro), con un 85,6%, o chorraera (manera de llamar a un tobogán), con un 82,7%.
Incluso, hay literatura amplia al respecto, como la firmada por Alfredo Leyva, que en El habla malagueña, ponía en valor que el oriundo de esta tierra tiene gracia "por naturaleza". "Tiene mucha guasa, como si no se le hubiera ocurrido ponerle de nombre a las escalinatas de calle Carretería La tribuna de los Pobres; llamarle al monte San Antón las tetas de Málaga; La Manquita, a la Catedral; Lavachocho a la antigua playa de La Malagueta, o el edificio quemao a la sede de la Junta de Andalucía". Ejemplo al que sumar el Diccionario del Habla Malagueña, de Enrique del Pino, donde se recopilar buena parte de estos términos que son únicos en Málaga.