Romper fronteras por medio del estómago. Ese es justo el reto que se han marcado siete empresas malagueñas de la marca Sabor a Málaga que han tenido la oportunidad de presentar esta semana su oferta de productos en el mercado del Reino Unido, en el marco de un proyecto financiado por la Diputación Provincial y desarrollado por la Cámara de Comercio.
Mediante esta acción, las productoras malagueñas participantes han visitado los principales establecimientos agroalimentarios en la ciudad de Londres, como Sainsbury’s, Waitrose, Wholefoods Market, Bayley & Sage, con el objetivo de poder conocer en profundidad este importante mercado; los principales competidores; rango de precios y los diferentes segmentos y estrategias de marketing existentes.
Además, ha tenido lugar en la sede principal de Londres de la Cámara de Comercio de España en Reino Unido una presentación y degustación de los productos malagueños representados en esta expedición, como son el queso, el membrillo, el aceite de oliva, mermeladas y guacamole, a más de una docena de potenciales compradores e importadores británicos de productos agroalimentarios.
Entre ellos, algunos relevantes como Mevalco, Victus Emporium, Ojos Foods y Jorge Artisan Foods así como restaurantes prestigiosos de la ciudad, como La Gamba y Camino, y hoteles como H10 London.
Las empresas productoras de Sabor a Málaga que han participado en esta acción promocional han sido: Trafrut Cano (carne de membrillo), 100 Caños Gourmet y Bravoliva (Aove), Agammasur (Quesos), Frumaco (Productos a base de aguacate), La Molienda Verde y Turbojam (Mermeladas y conservas vegetales).
Dentro de este proyecto se han organizado seis jornadas formativas en las principales comarcas de la provincia para incentivar la internacionalización; se han incorporado catorce empresas a la comunidad exportadora Hub Malaga Export y otras catorce empresas han obtenido una mentoría en diversos aspectos del comercio internacional, como investigación de mercados, aduanas y comunicación con clientes internacionales.
La incertidumbre que ha causado el Brexit y su futura relación comercial con los países de la Unión Europea (UE) ha propiciado que las empresas de alimentos y bebidas deban enfrentarse a nuevos retos como la presión sobre los márgenes, la sostenibilidad, el cumplimiento de la nueva normativa (acceso a nuevas medidas y controles según BTOM) y el imperativo de invertir en innovación y tecnología constantemente.