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El Bioparc Fuengirola sigue ampliando su ya extensa familia de animales. Los últimos en integrarse son Reina y Flo, el nombre con el que han sido bautizados dos singulares perezosos que acaban de llegar a las instalaciones malagueñas. 

El perezoso es un mamífero que habita exclusivamente en América Central y Sudamérica, del que se conocen seis especies diferentes, dos de ellas en un alto grado de amenaza.  Entre los detalles que los hacen tan especiales sirva decir que dedican más del 60% de su día a día a dormir, un 20% lo destinan a alimentarse y un 16% a acicalarse.

Reina y Flo pertenecen a la especie de dos dedos (Choloepus hoffmanni). Gracias a la nueva ampliación y a la recreación de las selvas tropicales sudamericanas, el parque de animales malagueño ha podido iniciarse en la conservación de esta especie y formar parte del EEP de la EAZA que lo protege.

La pareja recién llegada ya recorre libremente el aviario de Bioparc Fuengirola. Un espacio de 1.100 metros cuadrados y 14 metros de alto donde conviven con pequeños primates y aves como titís, tucanetas, zopilotes, etc. Con motivo del Día Mundial del Perezoso, el parque presenta a estos dos ejemplares de perezoso y hace un llamamiento para tomar conciencia sobre su protección.

Los perezosos de dos dedos han despertado la curiosidad de científicos y amantes de la naturaleza durante décadas. A menudo, rodeados de mitos, estos animales de movimientos lentos son mucho más que criaturas singulares en su apariencia y comportamiento; son una especie amenazada que enfrenta grandes retos para su conservación.

Las ventajas de su lentitud

Uno de los mitos más extendidos sobre los perezosos es que su lentitud responde a la pereza o inactividad, cuando en realidad es una adaptación a su entorno. Su bajo metabolismo les permite conservar energía, necesaria para su supervivencia en las copas de los árboles, donde su dieta se compone principalmente de hojas, flores y frutas. 

Esta lentitud no solo los ayuda a camuflarse y pasar desapercibidos ante depredadores como jaguares o águilas arpías, sino que también les otorga una larga vida, que puede extenderse hasta los cincuenta años.

Primer plano de uno de los dos perezosos del Bioparc Fuengirola.

El perezoso de dos dedos está considerado por la Lista Roja de la UICN una especie vulnerable, principalmente debido a la pérdida de su hábitat natural. La deforestación masiva en las selvas de Sudamérica, junto con el tráfico ilegal de fauna y el cambio climático, ha reducido de manera significativa las áreas donde pueden vivir.

Algunas subpoblaciones, especialmente las de Colombia, América Central, Bolivia y Brasil están en declive debido a la grave degradación y fragmentación del hábitat. Su desaparición en Honduras y Bolivia está relacionada con la ganadería extensiva y los incendios. En Brasil, los pocos registros conocidos de presencia de Choloepus hoffmanni provienen de zonas ahora deforestadas de la Amazonia.

La biodiversidad de Centro y Sudamérica

Con la apertura de los ecosistemas americanos, Bioparc Fuengirola se suma a la participación en nuevos Programas de Especies en Peligro coordinados por la EAZA como, por ejemplo, los titíes dorados y de Goeldi, el saki de cara blanca, el perezoso, la nutria gigante, el conuro de garganta azul, el pavón muitú, la tucaneta verde, la paloma perdiz jamaicana o el tití emperador. 

Estos se incorporan a otros EEPs en los que ya colabora como son el tigre de Sumatra, gorila de llanura occidental, el tapir malayo, el dragón de Komodo o el hipopótamo pigmeo. Todos estos animales habitan en la recreación de las selvas tropicales de la isla de Madagascar, África ecuatorial, Sudeste asiático, Indo Pacífico, y ahora, Centro y Sudamérica.