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Diciembre es un mes ideal para planificar escapadas. Andalucía esconde numerosos paisajes que son dignos de ver, y que atraen miradas de todo el mundo, especialmente en Navidad.

Los pueblos medievales son parte de la historia de la comunidad. Hay rincones con mucha historia, y monumentos muy significativos en todas las provincias. Si buscas un plan para estas semanas, las pequeñas localidades de Jaén son muy buena opción.

Para aquellos que quieran descubrir nuevos lugares, uno de los pueblos medievales más pintorescos de Jaén es la visita perfecta. Es La Iruela, un municipio que destaca por sus monumentos.

Este pequeño pueblo que se remonta a la época medieval situado en la comarca de la Sierra de Cazorla. En su parte oeste se encuentran las tierras labradas, el resto del término municipal es área de montaña reforestada con pinares. 

Es la principal puerta de entrada al Parque Natural de las Sierras de Cazorla y Las Villas es la belleza medioambiental de la zona, y en él se enclavan diferentes pueblos que forman parte de la peculiar orografía. 

Su castillo árabe, situado en lo más alto de la villa, es un símbolo del pueblo. Las vistas son espectaculares, abarcando la Sierra de Cazorla y gran parte del Parque Natural. 

Junto a este monumento, se ubican las ruinas de la iglesia de Santo Domingo de Silos, una construcción del del siglo XVI. Su estilo renacentista está vinculado al arquitecto Andrés de Vandelvira, que fue muy activo en la provincia de Jaén.

El municipio fue declarado Conjunto Histórico Artístico en el año 1985, y es muy peculiar, ya que se compone de numerosos núcleos: 17 pedanías en total.

Cortado por el valle del Guadalquivir, "destaca por una orografía desigual dominada por su castillo medieval", según explica la revista de viajes National Geographic, que destaca su belleza.

Calles decoradas 

Sus calles estrechas y empinadas decoradas por las flores de los balcones también son motivo para perderse dando un agradable paseo, tal y como relata la revista.

La actividad económica del municipio tiene dos pilares básicos: el cultivo del olivo y el turismo de naturaleza, destacando también la actividad forestal.

La Iruela es una de las puertas de entrada al Parque Natural de Cazorla, el más extenso de España: cuenta con multitud de rutas de senderismo, cascadas y bosques frondosos. Destacan especies emblemáticas como el águila real, el buitre leonado y la cabra montés.

El agua es otro de los elementos protagonistas de este espacio natural, el de mayor superficie protegida del país con sus 209.920 hectáreas. La extensa red hidrográfica existente permite no solo disfrutar de una gran variedad de flora y fauna, sino también realizar numerosas actividades.

Actividades 

Entre ellas se encuentran un paseo en barca por el embalse del Tranco, senderismo junto al río Borosa o conocer los nacimientos del Guadalquivir y el Segura.

El paso de civilizaciones tan dispares como la íbera, romana o árabe han dejado una huella en sus poblaciones que no hay que dejar de visitar. Destacan las plazas y callejones de Cazorla, municipio escoltado por la sierra de los Halcones, el castillo de la Iruela, la necrópolis ibérica de Toya en Peal de Becerro y la villa romana de Bruñel.

La gastronomía también es parte esencial de la zona, con platos típicos como el cordero segureño, la gachamiga y el ajoatao.