La Navidad es la época ideal para viajar y descubrir nuevos lugares. Cada provincia andaluza guarda rincones únicos, pero si estás buscando algo diferente, Almería es una opción ideal.
La provincia de Almería es conocida por su desértico paisaje, la región más árida de Europa. Sus pintorescos pueblos se entrelazan con playas vírgenes, aldeas de pescadores y acantilados.
Son muchos los rincones dignos de visitar en Almería, pero destaca especialmente su joya autóctona: el Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar. "Una delegación de las islas Canarias orientales en la Península, ya que sus paisajes exóticamente áridos también tienen un origen volcánico", asegura la revista de viajes National Geographic.
Uno de sus municipios destaca en el desértico paisaje. Es considerado uno de los pueblos más bonitos de España. Níjar se ha convertido en un destino turístico cada vez más popular gracias a su rica herencia cultural y su impresionante entorno natural.
Su término municipal va desde las serranías hasta el mar, el Cabo de Gata. Níjar es el cuarto término municipal más grande de España, según explica Turismo Andalucía. En él, son numerosos los lugares en los que degustar la gastronomía de la región.
En total, hay 25 núcleos de población que forman parte de Níjar: destacan pueblos como San José, Agua Amarga y La Isleta del Moro, en un litoral de más de 60 kilómetros.
Qué comer
No faltan platos típicos de la gastronomía nijareña, en los que también está presente la historia del lugar. Son especialmente conocidos laspatatas al ajillo, los gurullos con conejo o jibia, la fritá de matanza y los embutidos.
Con calles estrechas y laberínticas, el pueblo de Níjar es conocido por sus casas blancas con planta de cubo, adornadas por coloridas macetas. La localidad ofrece vistas a todo el casco urbano desde La Atalaya (torre vigía), ubicada en un promontorio de fácil acceso.
Esta torre, que data de entre los siglos XIV y XVI, se erige sobre los restos de una fortificación musulmana anterior.
Pueblo artesano
En este pueblo artesano la cerámica y las 'jarapas' tienen mucho protagonismo, reviviendo el pasado árabe de la zona. Hay varios talleres artesanales donde puedes ver cómo se elaboran estos productos.
Entre su patrimonio, destaca la iglesia de la Anunciación, del siglo XVI, que es un buen ejemplo de la arquitectura mudéjar en la región. Otras de sus visitas obligadas son la Glorieta, la plaza del Mercado, el Museo del Agua o El Portillo.