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La fecha del 22 de diciembre de 2023 no se le va a borrar nunca de la cabeza a José, vecino del pequeño pueblo de Villanueva del Rosario (Málaga). Siempre fiel a comprar un puñado de décimos para el Sorteo de la Lotería de Navidad, la suerte se puso de su parte el año pasado, cuando fue uno de los agraciados con el segundo premio. 

Llevaba un décimo del 58303, premiado con 125.000 euros. Aunque el dinero no le convirtió en multimillonario, sí le dio una tranquilidad económica suficiente para que, un año después, su vida haya sufrido cambios apreciables.

La rutina de José en cada sorteo es sencilla. Si por la mañana tiene quehaceres, al llegar a casa se sienta delante de sus décimos –diez o doce en 2023– y teclea en el comprobador web sus números para revisar si alguno ha sido premiado. Al mirar el posible premio del 58303 el año pasado, algo no le cuadraba. Creía que los 125.000 que le marcaban en la página eran un error.

"Lo miré tres veces y no me lo creía. Pensaba: ¿qué es esto? ¿Por qué aparece este número aquí?", recuerda con una sonrisa. Su mujer y sus dos hijas estaban en la cocina, ajenas al acontecimiento. "En la tercera vez que lo miré, ya grité: ¡esto es un segundo premio!", dice, mientras rememora aquel instante lleno de emoción y sorpresa.

José corrió a contarle a su mujer lo que estaba pasando, que al principio no entendió lo que sucedía. "Pensaba que estaba bromeando. No lo podía creer", dice. Incluso su hija pequeña, al escuchar los gritos, le preguntó: "Papá, ¿ya estás con las tonterías otra vez?". 

Pero la realidad era la que era: 125.000 euros les habían tocado. Al encender la televisión confirmaron la noticia y su casa se vistió de fiesta. "Mandé una foto a mi grupo de trabajo y algunos no se lo creían, pensaban que les estaba tomando el pelo", añade entre risas.

De Villanueva del Rosario

Aunque José es de Villanueva del Rosario, compró el décimo ganador en el barrio de Lagunillas, en Málaga capital. En concreto, en la administración El Boquerón de Oro, un lugar que conoció por un trabajo que tuvo que hacer en la zona con su empresa de construcción. "Estuve trabajando en un bloque que estaba justo al lado, y cuando vi que la administración tenía fama, decidí comprar allí", explica. 

La suerte lo alcanzó en un momento crucial de su vida, ya que, en agosto de 2023 se habían mudado a una casa que habían construido durante dos años y en la que habían desembolsado prácticamente todos sus ahorros. 

Él mismo la define como la casa de sus sueños. En diciembre, cuando resultó premiado, aún faltaban muchos detalles importantes en la vivienda que pudieron solventar gracias al décimo premiado.

"Tiene piscina y más de 300 metros. Quedaban muchos picos por pagar, faltaba para la decoración... Habíamos trabajado mucho para cumplir ese sueño. La casa era el proyecto de toda nuestra vida, y tenerla ya terminada y pagada es una gran alegría", dice con orgullo. 

La familia en Ámsterdam.

Muchos viajes

Además, por si esto fuera poco, José pudo saldar una deuda pendiente con su familia: viajar. Cuando supo del premio, les prometió al menos un viaje y, finalmente, han sido tres: Ámsterdam, Venecia y Edimburgo. "Era algo que siempre querían, y poder cumplirlo fue maravilloso", agrega.

El dinero le permitió dar un empujón a su vida, pero José no ha dejado de trabajar. "Mi empresa de construcción va bien, y mi mujer también tiene un buen trabajo, así que no hemos cambiado nuestras costumbres. Eso sí, ahora vivimos más tranquilos y sin esa presión económica que siempre había estado ahí", comenta.

Así, reconoce que Hacienda da "un buen pellizco" al premio. De los 125.000 solo cobró 108.000. Los 17.000 restantes han ido a parar a Hacienda. Pese a ello, intenta quedarse con lo bonito. El año pasado reconoce que las Navidades fueron "increíbles, rodeados de familiares y amigos" y con algún que otro regalo de más que, sin la ayuda del décimo, no podían haberse permitido. 

Volverá a comprar

La pregunta del millón es: ¿volverá a comprar lotería? La respuesta es clara: sí. Además, este año tiene aún más presión porque mucha gente de su entorno le ha encargado los décimos. "Me he dejado cerca de 400 euros en el Boquerón de Oro. La gente se cree que porque me ha tocado una vez, me va a tocar siempre, pero tampoco creo que sea así. Ojalá siga la racha, que nunca se sabe, pero lo dudo", declara.

El caso de José es aún más curioso si se tiene en cuenta que en su círculo de amigos y familiares hay varios que también han sido afortunados con la lotería. En concreto, de todas las parejas que forman parte de su círculo más próximo, hay tres que pueden presumir de haber ganado la lotería. José no olvida que la ilusión que siente cada 22 de diciembre nace de su padre, quien siempre participaba con muchos décimos.