Aunque digan que con diez años es solo un niño, David ha demostrado con un bonito gesto esta Navidad que tiene una gran madurez y un gran sentido de la solidaridad. Con solo ocho decidió dejar crecer su pelo hasta lograr una buena melena que sirviera para fabricar pelucas para pacientes oncológicos o con alopecia, ya que se hacen muy pocas para niños. Esta Navidad, al fin llegó a sus ansiados 20 centímetros, el mejor regalo que hubiera podido tener nunca este pequeño del pueblo malagueño de Benamocarra.
Sus padres han compartido en redes sociales un vídeo donde el propio David relata su historia con orgullo. Dice que, para él, "el mejor regalo de Navidad" ha sido poder donar su pelo. A ello, su madre añade que para él ha sido también muy importante que algunos de sus amigos han querido seguir sus pasos y se dejarán el pelo largo para donarlo.
"Nosotros compartimos lo que ha hecho David con el ánimo de que llegue su historia a muchos niños y sigan sus pasos", declara Inma. Así, confiesa que David no contó en ningún momento del proceso el motivo por el que se estaba dejando el pelo largo. Todo el mundo, dice, creía que lo hacía por moda.
Pero no, detrás había una razón especial. Sus padres, Inma y José Antonio han estado siempre ayudando como voluntarios en la asociación AVOI de Málaga, por lo que David y su familia siempre han tenido mucha sensibilidad en este aspecto.
Si bien, en esta ocasión decidieron colaborar con la Asociación Esperanza de Vélez-Málaga, a la que acudieron con su amiga Eva, quien se vio obligada a luchar en su día contra el cáncer. "Ella ha sido una fuente de inspiración", dice la familia en el vídeo.
El vídeo donde David relata su hazaña ya acumula miles de reproducciones. En él muestra hasta como el peluquero le corta su coleta de pelo rubio y sedoso. Es la primera vez que este profesional le cortaba el pelo a un niño varón para donarlo a esta iniciativa solidaria.
José Antonio, su padre, reconoce a EL ESPAÑOL de Málaga que su hijo le ha dado una "lección de vida", como "en un cuento de Navidad". " "Dicen que los hijos actúan por imitación de sus padres, pero en este caso somos nosotros los que tenemos que imitar a nuestro hijo. Estoy muy orgulloso de David y de su mundo interior", declara.
Así, cree que la suma de "todas las experiencias, vivencias y escuchas que le rodean fueron lo que le hicieron pensar y tomar esta decisión". Porque sí, nadie le dijo al pequeño David que lo hiciera, fue todo por voluntad propia. "Nos dan la enhorabuena, pero la enhorabuena es para David", zanja, sabiendo que tiene en casa aun 'influencer' de los buenos.