"¡Ostras!". Cuántas veces habremos pronunciado esa expresión y qué poco sabemos de estos bivalvos marinos que tantas propiedades tienen. Muchos desconocían hasta este miércoles incluso que existía el Campeonato de Abridores de Ostras Ecailleurs Sorlut, donde el chef venezolano Elías Tang, afincado en Málaga desde hace dieciséis años, se ha alzado como ganador de la décimotercera edición de este concurso.
El chef, que se ha presentado este año por tercera vez al concurso, había logrado el tercer puesto en 2018. En 2019 se proclamó subcampeón y, en 2021, al fin ha logrado el primer premio que tanto ansiaba.
En cuanto al concurso en cuestión, cada concursante tuvo que abrir 30 ostras en el menor tiempo posible. El jurado, en el que se encontraba la cocinera Susi Díaz, valoró diferentes factores como la habilidad, la apertura, la presentación y, sobre todo, la limpieza. Un detalle que en ediciones anteriores no se valoraba tanto.
Además, hay varios motivos por los que podían penalizarle: si la ostra tenía nácar, estaba rota o no se separa de la concha."Por cada error que detectan te van quitando un segundo como penalización. Si acumulas tres faltas te quitan ocho segundos, por lo que hay que ser muy cuidadoso con el material", relata.
No estaba muy nervioso en la competición porque, literalmente, no sabe cuántas ostras abre a diario en su restaurante, Mercado San Martín, situado en calle Blas de Lezo. Pese a ello, llevaba sus manos protegidas con vendas y guantes, "por si en algún resbalón con el cuchillo se hacía un corte".
"Mi principal instrumento son mis manos, si ellas fallan yo no puedo desempeñar correctamente mi trabajo. En estas competiciones es más probable hacerse cortes. Estás rodeado de público, medios de comunicación y jurado, lo que hace que sea más difícil concentrarse", explica el cocinero a este periódico.
Tang reconoce que se veía campeón por todo lo que ha trabajado, pero asegura que "los rivales que compiten contra él tienen cada vez más habilidad y talento abriendo ostras". "Muchos pueden llegar a sorprender bastante", añade.
Su vínculo con Málaga
Cuando salió de Venezuela hace dieciséis años llegó a Málaga porque su cuñado trabajaba aquí. Él vivía en Madrid y en una de las visitas que bajó a Málaga descubrió "una ciudad única".
"Desde que llegué me enamoró. Es un sitio donde empatizo mucho con la gente de a pie, son personas super agradables. La empatía, su cultura, su idiosincrasia son similares a las de los venezolanos", relata.
Sin embargo, dentro de la multiculturalidad de sus orígenes, Tang tiene algún gen español. Su madre, venezolana; su padre, del sur de China, de Hong Kong; y sus abuelos, gallegos. Es un auténtico "ciudadano del mundo".
Comenzó trabajando en un chiringuito de playa, donde cocía mariscos, limpiaba conchas, ostras y pescado. Tras ello, fue creciendo y formándose poco a poco como cocinero. "Estudié gastronomía en cocina en la Universidad Pontificia de Madrid, me avala la Universidad Politécnica y he hecho varios másteres de estrellas Michelín. No he parado de formarme para trabajar en Málaga y donde haga falta", explica. Así, ha estado muy unido en los últimos meses con 'Sabor a Málaga', la iniciativa gastronómica de la Diputación de Málaga.
Mercado San Martín
En 2019 abrió su actual restaurante en Málaga, Mercado San Martín, que toma su nombre de un popular mercado en Caracas. Con una carta "muy canalla" y una fusión de lo local con lo venezolano "a ritmo latino" el chef ha conseguido hacerse hueco en la hostelería malagueña
"En mi restaurante hay una oferta muy distinta a lo que habitualmente puedes comer en el resto de bares de la zona. Desde unas arepas gourmet, pasando por ostras hechas de mil formas y las croquetas de cecina", dice el chef, que asegura que en su restaurante se hacen "mil locuras con coherencia".
Se atreve a mezclar las ostras con otros platos porque considera que es un producto muy versátil acompañable con cualquier cosa. "Puede ser un aperitivo, un plato fuerte o incluso un postre. Con cualquier maridaje luce y se deja llevar muy bien de la mano".