Si hay un plato de cuchara que distingue a Málaga del resto de territorios ese es el gazpachuelo. Muestra de ello es que forma parte del recetario popular de la capital de la Costa del Sol y de la provincia desde hace décadas. Algunos incluso sitúan esta sopa de origen humilde en el nacimiento del popular barrio de El Palo.
Para quien no lo conozca, se trata de una sopa de pescado típica de pescadores. Puede tomarse frío o caliente y se caracteriza por el color blanco, resultado de integrar la mayonesa con el fumet. Puede acompañarse de arroz o trozos de pan, e incluso con patata, merluza, gambas, almejas y guisantes.
El listado de restaurantes donde comer un extraordinario gazpachuelo es amplio. Sin embargo, hay uno que destaca de manera clara: el Candado Golf. El negocio hostelero capitaneado por Javier Hernández es desde hace años protagonista de la rica oferta gastronómica de Málaga capital.
Algunos críticos ponen en valor la apuesta que el cocinero hace por la cocina tradicional malagueña, actualizada y elaborada con productos de temporada. Entre sus grandes especialidades están los arroces y el gazpachuelo.
Su gazpachuelo incluye como ingredientes patata, pescado/marisco, clara de huevo, puerro, zanahoria y arroz, si bien este último es opcional. En su caso, se opta por separar las cocciones de los diferentes compuestos.
A ojos del chef, uno de los aspectos que diferencia un buen gazpachuelo de uno malo es la mayonesa, que permite espesar la sopa. Propone merluza, rape, mero o pescadilla como pescados que pueden acompañar.