La provincia de Almería destaca por su rica historia, cultura y naturaleza, además de su variada gastronomía. Los sabores del mar se mezclan con los productos de la tierra, lo que se refleja en la gran variedad de platos tradicionales, potajes y sopas que muestran la fuerte herencia culinaria de la región.
Entre sus recetas más típicas, destaca un plato que tiene muchas versiones y que se ha convertido en un imprescindible. Sencillo, pero con una mezcla de texturas y sabores que lo hacen muy apreciado en los restaurantes de la provincia.
Es el 'tabernero', el bocadillo más conocido de Almería, y su peculiaridad reside en que suele servirse como tapa o aperitivo en muchos establecimientos de la región.
Su origen se encuentra en la cocina sencilla pero llena de sabor que caracteriza a la gastronomía andaluza. Se trata de un guiso en el que destacan las verduras, todo ello acompañado de pan.
La tapa se elabora principalmente con pimientos, cebolla, tomate y atún en conserva. Algunas variantes incluyen carne.
La receta básica del tabernero es fácil de hacer: se comienza sofriendo pimientos, cebolla y ajo en aceite de oliva.
Posteriormente, se añade tomate triturado, que se deja cocinar hasta que se reduce y concentra su sabor.
Al final, se incorpora el atún o la carne, y todo el conjunto se deja cocinar un poco más para que los sabores se mezclen. Esta tapa se sirve generalmente acompañada de un bollo de pan o tostada.
¿Cuál es el origen de este bocadillo? Se desconoce su procedencia exacta, y hay dos teorías bastante extendidas. Una de ellas viene las tabernas, donde se servía, y otra versión apunta a un establecimeinto concreto.
La historia del plato podría estar ligada a El Disloque, que comenzó a servir esta tapa en los años 50. La llamó tabernero en honor a la localidad de Tabernas, de donde eran sus padres.
Platos típicos
Junto a esta tradicional tapa, Almería cuenta con otros sabores muy únicos. Entre su recetario con cuchara destaca el famoso caldo 'quemao'. Este plato típico es una receta humilde que forma parte de la cocina rural y tradicional, típica de las familias marineras.
Destacan en él los ingredientes locales, convirtiéndose en una comida reconfortante y muy apreciada, que combina a la perfección con otros platos tradicionales como las migas o las gachas.
Otra de las tapas más típicas de Almería, y que no es conocida en el resto de Andalucía, es el chérigan. Es un aperitivo rico en proteínas y muy fácil de hacer para una comida o cena informal en casa.
Además, es habitual encontrarla en bares de la ciudad. Esta tapa consiste en una rebanada de pan o tostada, muy fina y crujiente, con una capa de alioli como base.
Los ingredientes que se incluyen como siguiente paso varían en función de los gustos del comensal: se le suele incluir jamón de york, atún, anchoas, o york y queso gratinado.
A veces, la base puede ser también de tomate, especialmente recomendada para los de jamón serrano o huevo de codorniz.