Llega la época navideña y es momento de pensar en recetas para las cenas y reuniones familiares. Los platos tradicionales son una apuesta segura, y la gastronomía malagueña no defrauda.
Si buscas ideas para tus cenas navideñas y quieres apostar por una receta típica malagueña, esta es una una de las opciones más fáciles de preparar y es ideal como entrante.
Se trata del pío antequerano, un plato típico del interior de la provincia que recuerda a la clásica ensaladilla malagueña, aunque con algunas diferencias. Esta receta no lleva patata y es muy sencilla de elaborar.
Es un plato muy refrescante y alto en proteínas, muy conocido en la comarca de Antequera, donde es habitual encontrarla en sus restaurantes y bares. Destaca por el pescado (bacalao) y el toque frutal con la naranja.
Para elaborar el pío antequerano es necesario medio kilo de bacalao desalado, 5 naranjas, 2 cebolletas, aceitunas negras o verdes, un huevo duro, aceite de oliva y sal. Su preparación es rápida y fácil, no te llevará más de 15 minutos.
Cómo preparar pío antequerano
1. Asar el bacalao desalado en una plancha, desmigarlo y colocarlo en un bol.
2. Pelar las naranjas y, con un cuchillo afilado, extraer los gajos con cuidado. Ponerlos en el plato.
3. Cortar el huevo duro en trozos y picar la cebolleta para añadir todo al bol.
4. Decorar con las aceitunas y aliñar con un buen chorro de aceite de oliva y sal.
Platos típicos
Antequera es una de las cunas gastronómicas de Málaga. Junto a esta receta del pío antequerano, en la localidad destacan otras el bienmesabe, uno de los postres más típicos de la provincia.
Este dulce tiene su origen en 1635, y actualmente las monjas del Convento de clausura de Belén en Antequera continúan preparando este famoso dulce de origen árabe, manteniendo la receta original.
Asimismo, otro de los dulces más profundamente arraigados en la cultura malagueña son los borrachuelos. Representan la tradición de recetas familiares que pasan de generación en generación. Su elaboración en épocas navideñas es un acto de unión y se prepara en familia.
Su elaboración tiene varias versiones. Lo tradicional es rellenarlos de cabello de ángel o de crema de boniato o batata.