La gastronomía es un reflejo de la cultura y la historia de cada provincia. Cada plato cuenta una historia que conecta a las personas con su tierra y sus raíces. Desde recetas transmitidas de generación en generación hasta innovaciones gastronómicas que sorprenden al paladar.

En Málaga, son varios los platos típicos que forman parte de la tradición culinaria de la provincia, con todo tipo de sabores y texturas. Uno de los más emblemáticos se sirve frío, y combina pescado con fruta.

Se trata de una ensalada que se sirve fría o a temperatura ambiente, según el calor y el gusto, a base de patata, bacalao, naranja, aceitunas aliñadas deshuesadas, cebolletas y aceite de oliva virgen extra.

Este plato típico, la ensalada malagueña, se puede degustar todo el año. Toma otros nombres según la zona de la provincia: se la conoce como salmorejo o salmorejo de invierno, ensalada arriera o pio antequerano.

Dichas variaciones en el nombre, también vienen acompañadas de sus respectivas variantes en cuanto a los ingredientes. Aunque se respeta lo básico, hay zonas de Málaga en el que se le añade huevo o tomate.

Aunque actualmente se sigue preparando tanto en las casas como en muchos restaurantes con afinidad por la gastronomía malagueña. La podemos encontrar con bacalao desalado, bacalao fresco o ahumado, en su versión más innovadora, según detalla la Academia Gastronómica de Málaga.

Esta receta es la demostración de una combinación ganadora, la de la sal del bacalao y el dulce de la naranja. Es fresca, además de venir tocada por la gracia del mar.

Es un plato con historia, aunque su origen exacto no se conoce. Se piensa que la ensalada malagueña tiene raíces muy antiguas. La mezcla de ingredientes de mar y tierra refleja la rica tradición pesquera y agrícola.

Con el tiempo, esta ensalada ha cambiado y se ha adaptado a los gustos de cada época, pero su esencia sigue siendo igual: un plato simple, nutritivo y sabroso.