Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, anunció este martes una importante decisión del comité de expertos: "la vuelta a la normalidad en la Atención Primaria" recuperando la presencialidad total en los centros de salud desde este viernes. Los pacientes podrán pedir cita con su médico a partir de hoy en persona. A Carlos (nombre ficticio), facultativo de Atención Primaria en Málaga, le preocupa esta vuelta porque "no hay personal ni medios suficientes" para afrontarla.
"Ha sido una decisión totalmente improvisada. Las agendas llevan organizadas desde hace varios meses teniendo en cuenta las consultas telefónicas. No se nos ha comentado nada. Nos hemos enterado de los cambios por la prensa", critica el facultativo, que este viernes atenderá tanto a pacientes telefónicos como citados personalmente. "No nos han dejado tiempo para organizar la agenda", insiste.
La Junta convocó el viernes pasado a los miembros de las centrales sindicales vía WhatsApp, con la bulla, para presentarle el nuevo Plan Estratégico de Atención Primaria del Servicio Andaluz de Salud (SAS) en Sevilla. "Lo organizaron en un despacho y no consultaron con los profesionales que están día a día al pie del cañón", reprocha José Becerra, delegado de Atención Primaria del Sindicato Médico de Málaga, en una conversación con EL ESPAÑOL de Málaga.
En la mayoría de los centros, asegura el Sindicato Médico, la media de citas diarias se sitúa entre 60 y 70; la de "bises" diarios (citas de varios pacientes a la misma hora) es de 5 a 10; los pacientes tardan tres o cuatro días en ser atendidos al teléfono para obtener una cita y, cuando lo logran, suele ser telefónica y para diez o quince días más tarde.
Citas cada siete minutos
Según el plan, los médicos deberán atender a cada paciente presencial en siete minutos y la consulta telefónica no podrá superar los 5 minutos. "En siete minutos no se va a un paciente en condiciones. Esos cálculos no son reales. No puede salir adelante ese plan. Imagínate atender a 35 pacientes (los estipulados en el plan por día) entre lo presencial y llamadas", aclara Becerra, que recuerda que los centros no tienen "las plantillas al 100% por 100% porque no hay médicos para contratar".
El médico de Atención Primaria consultado por este medio reconoce que al final "hacen malabares" para atender a todos los pacientes. "Acabas saliendo más tarde en muchos casos. Al final de la mañana tienes un rato para ir a los domicilios y a la formación, y al final lo dedicamos al retraso que te produce tener tantos pacientes", reprocha este sanitario, que pide "mejores condiciones laborales para que vengan más médicos a trabajar", aunque "la cosa aquí está muy jodida".
El delegado del Sindicato Médico también insiste en que los médicos de familia deben hacerse cargo de otros pacientes cuando otro facultativo se da de baja o se jubila. "Tenemos que ver a los pacientes que viene con atención no demorable, que se llevan un tiempo. Las llamadas son más largas en el caso de pacientes crónicos. Los avisos domiciliarios a demanda. Entre ir, aparcar, verlo y volver", alega.
Este plan, según el sindicato, "no tienen en cuenta que diariamente hay incidencias por ausencia de profesionales en los centros asistenciales que no se cubren (por bajas sin cubrir, vacaciones, permisos)", lo que implica una asignación de citas sin techo y explotan aún más a los médicos. Además, "todo ello va en detrimento de realizar las otras actividades imprescindibles como avisos domiciliarios, consultas de programas (cirugía menor, embarazo, diagnóstico precoz del cáncer…) o visitas domiciliarias de pacientes incapacitados, entre otras", critican.
Sin olvidar el tiempo dedicado a la formación de 14:00 a 15:00 y la actividad que invierten los profesionales en programas como el de cirugía menor, que ha estado cerrado todo este tiempo. "No siempre se van a atender justo a 35 pacientes. Es imposible. En siete horas no da para eso. Todos los días no van a ser así, claro", reconoce.
La consulta de acogida
Uno de los puntos más problematicos del plan directamente a las enfermeras. Se trata de la llamada consulta de acogida, "un primer triaje que realizarán las enfermeras de los centros de salud, que serán las que derivan las consultas", explicó esta semana Jesús Aguirre, consejero de Salud, en la sesión parlamentaria del miércoles.
"Las consultas de acogida son para la gente que no tiene cita. El enfermero es una patología urgente para ser derivada al médico de familia o si es un tema menor que pueden solucionar en el momento. Evitamos la sobrecarga del personal facultativo", aclaró. Juanjo Sánchez, secretario provincial del Sindicato de Enfermería (Satse) de Málaga, piensa que la Consejería de Salud ha ideado esta consulta de "forma precipitada".
Para las consultas de acogida, la base desde la que quieren volver a la presencialidad, "se precisa de mejores instalaciones, personal y seguridad jurídica para las enfermeras que las van a desarrollar", señala Sánchez, que se "están temiendo que no va a haber el incremento de personal que sería necesario para poner en marcha una nueva consulta de acogida".
Inviable
El secretario provincia del sindicato reclama a la Consejería de Salud que "adecue los recursos humanos para poner en marcha esa consulta de acogida y que le den seguridad jurídica a través de los protocolos a las enfermeras que van a desarrollar esa labor". Sánchez prevé que va a ser "inviable".
"No podemos sobrecargar más a las enfermeras de la Atención Primaria porque tienen su actividad ordinaria (ya que la diabetes, la hipertensión y las enfermedades crónicas no han desaparecido y hay que seguir atendiéndolas), la campaña de vacunación de la gripe y la de vacunación de la Covid", recuerda el miembro del Satse, que si reconoce que ha habido "un incremento de personal pero no proporcional a la carga de trabajo que han tenido en Atención Primaria".
Tanto el Sindicato Médico como el Satse cree que muchos sanitarios se verán obligados a elegir entre hacer el doble de trabajo o dejar cosas sin hacer. "No damos abasto. Habrá cosas que se dejarán de hacer. Lo que no puede es quitar una enfermera de un sitio para colocarla en la consulta de acogida", admite Sánchez.
La consulta de acogida se implantó como prueba piloto en algunos centros de salud hace meses. "Va a haber centros de salud en los que no hay espacio físico para ubicarla. Tenemos unas instalaciones en muchos casos obsoletas y pequeñas", declara este profesional, que aclara que la Atención Primaria ha estado siempre "infradotada" y que "la pandemia ha venido a poner de manifiesto esa situación". "No se nos ha explicado absolutamente nada. En nuestro centro nos peleamos por conseguir un ordenador. Ahora meter una consulta más... La cosa va a estar difícil", reconoce Carlos.
El Sindicato Médico está de acuerdo en que seguir con las llamadas gestionadas por el propio médico para determinados casos como el seguimiento a un paciente con una medicación o dar una renovación de una baja. "La consulta telefónica ha supuesto una ayuda inmensa, sobre todo porque tenemos unos cupos (de pacientes) muy numerosos", explica un facultativo de Atención Primaria, que puede ver unos 40 pacientes al día.
A Carlos le ha sentado fatal leer titulares del tipo 'los medicos de familia no quieren ver a pacientes'. "No es verdad. Estoy a favor de que la telefónica sirva como un triaje para citarme con los pacientes según la demanda. Soy un médico que veo, toco y escucho a mis pacientes. Hay otros centros en los que la telefónica ha supuesto un aumento de la demora y tarden más es escuchar al paciente por teléfono", recuerda. En su centro la demora ha sido de uno o dos días. Sin quitar que "la quinta ola ha sido horrible".
Continuidad asistencial
El Sindicato Médico propone la puesta en marcha de la continuidad asistencial en Atención Primaria, actividad que está implantada desde el año 2007 en los hospitales "Esto se creó para rebajar las listas de espera. Una vez el médico finalice su jornada de siete horas, aquel que voluntariamente quiera haga al menos una continuidad asistencial a la semana, desde las 15:00 a las 22:00", explica Becerra.
El complemento permitiría aliviar la actividad asistencial por las tardes y reduciría las demoras en los centros de salud. "Eso hay que pagarlo. Pero si resulta que no tienen médicos suficientes porque no los hay en las bolsas en las bolsas de médicos de familias y pediatras. Estamos pidiendo algo que lleva 14 años implantado en hospitales", se despide.