Mariela Checa: "Queremos que los colegiados del COPAO puedan votar después de más de 30 años"
Junto con un grupo de compañeros, esperan poder concurrir a las elecciones del Colegio Oficial de Psicólogos de Andalucía Oriental cuyo decano, Mariano Vera, ocupa el puesto desde 1989.
3 octubre, 2021 07:40Noticias relacionadas
Mariela Checa es la primera colegiada que quiere llegar hasta el final y poder concurrir a unas elecciones que no se producen en el Colegio Oficial de Psicólogos de Andalucía Oriental (COPAO) desde septiembre de 1989. El cargo ha sido desempeñado siempre por Manuel Mariano Vera. Primero fue presidente de la delegación de Andalucía Oriental del Colegio Oficial de Psicólogos de España. Más tarde, cuando se constituyó en una entidad propia, fue elegido decano y, desde entonces, ha ido revalidando su puesto sin concurrir a procesos electorales.
Checa y un grupo de psicólogos dieron el paso hace algo más de un año para ponerse manos a la obra y crear una alternativa. Su intención: renovar las estructuras del colegio y buscar la transparencia que, considera, se ha perdido en estos años. En un momento en el que aún no hay abierto proceso electoral, Checa atiende a EL ESPAÑOL de Málaga para profundizar en aspectos relacionados con el colegio y el estado de la institución.
30 años sin votar, ¿por qué?
Durante 33 años no se ha votado en el Colegio Oficial de Psicólogos de Andalucía Oriental. En la junta de gobierno comunicaban que no se había presentado nadie, pero lo cierto es que ha habido dos intentos. En nuestro caso, conocemos que ha habido intentos de candidaturas alternativas, pero se quedaron en el proceso porque les pusieron muchos obstáculos -igual que nos estamos encontrando nosotros-. En esos casos, recularon y decidieron retirar las candidaturas.
¿Qué ocurre? que en algunos estatutos refleja que cuando no hay candidaturas alternativas, automáticamente se renueva el cargo; sin embargo, en otros sí que recogen que, a pesar de no haber otras candidaturas sí habría que realizar el proceso electoral. Los del COPAO se renovaron en 2008 y consideramos que se hizo para proteger a la junta actual. Esos estatutos avalan que no se hagan procesos electorales, por eso sólo se ha votado una vez. Los colegiados nunca hemos ido a unas elecciones.
Al no ser aún candidata oficialmente se entiende que no ha podido tener acceso al censo, pero ¿cuántos colegiados forman parte del COPAO?
Efectivamente, no tengo acceso al censo, no me lo han facilitado todavía. Somos alrededor de unos 5.000.
Entre esos 5.000 es extraño que ninguno haya dado el paso en 30 años (excepto las dos ocasiones que comenta). ¿Cree que hay una desgana por parte de los colegiados hacia la institución?
Creo que ha sido algo bidireccional. Al principio, hace más de 30 años, los miembros de la junta sí querían hacer a los colegiados partícipes, pero ahora esa función se ha ido dejando. Al final, cuando estás tanto tiempo ocupando un puesto, los intereses colectivos se convierten en intereses individuales. Esa dejadez del colegio ha sido parte de la causa de que los colegiados se desmotiven. El colegiado paga su cuota y se olvida del colegio porque no se le ofrece. De hecho, se han puesto en contacto con nosotros muchos colegiados y el argumento más recurrente es que afirman que el colegio no le da nada: pago, pero no siento que el colegio me ofrezca nada.
En relación con el colegio existe una fundación, con la que se trabaja prácticamente en paralelo. ¿Qué relación tienen ambas instituciones?
Lo primero, a pesar de entregar cerca de treinta escritos a la junta actual solicitando información sobre la fundación, no tenemos nada. Se nos ha negado continuamente. Desconozco el objeto por el que se ha creado esta fundación. Imagino que en un inicio sería para regular cierta formación, pero lo que sí sabemos, y tenemos documentación, es que se está utilizando de forma inadecuada. La fundación se ha convertido en una manera de canalizar cierta entrada de dinero. Además, no aparece de forma nada transparente quién compone el patronato de la fundación. Nos costó, pero sabemos que el patronato está formado por personas de la junta del COPAO. Además, tenemos confirmado por escrito por parte de la Junta de Andalucía que no está al día en las cuentas, porque no presenta estado de cuentas. Evidentemente, esto nos abre la idea clara de que algo está filtrándose desde la fundación.
¿Existe una relación económica entre la fundación y el COPAO?
No lo sabemos, sí tenemos indicios. Por ejemplo, a una UTE de una subvención del Instituto Andaluz de la Mujer se han presentado a través de la fundación; en el colegio aparece que el convenio con el IAM es de cero euros, pero es público que se le han otorgado más de 800.000 euros.
Treinta años sin votar son muchos años. ¿Ha cambiado en algo la composición de la junta en estos años?
La permanente, que la forman el decano, el vicedecano, el secretario, el vicesecretario y tesorero, llevan el mismo tiempo prácticamente. Es cierto que han ido rotando los vocales de la junta. Hay gente que se va y se les sustituye, pero la mayoría de los cargos no han cambiado.
Y usted se presentará ahora, ¿no le han preguntado que a quién se le ocurre?
Se le ocurre a una entusiasta de su profesión, llevo 23 años en la Universidad de Málaga, dirijo un centro de intervención familiar externo y soy docente en múltiples expertos y máster. Mucho tiempo no tengo, pero hay una cosa que a mí me motivó muchísimo y me empujó a decir, hasta aquí. Cuando yo vi, durante la pandemia, que la junta del COPAO pretendía regalar el trabajo de mis compañeros en forma de voluntariado, cuando vi que nos ninguneaban como profesionales, cuando me sentí avergonzada de las manifestaciones del presidente sobre los psicólogos en diferentes contextos. Esto último es muy triste para mí, pero fue cuando me di cuenta de que esto no podía seguir así. La psicología es muy importante, la salud mental es muy relevante, pero más en estos momentos de crisis tan importantes. Se nos trató mal por parte de nuestros representantes y eso se me cogió en el estómago que hizo que nos propusiéramos ir más fuertes, más firmes y seguir adelante.
Tienen en mente que hay que renovar el COPAO, ¿cuáles son los proyectos que presenta?
Nosotros no estamos en proceso de campaña, pero sí tenemos unas líneas generales que tenemos en mente. Lo primero es la transparencia: pensamos que el colegio no ha sido transparente con los colegiados durante mucho tiempo. El COPAO debe estar al servicio de los colegiados; no al revés.
Por otro lado, la participación: los compañeros nos han reivindicado que no se sienten representados por el colegio, que no se ven involucrados. Así que trabajaremos muy duro por facilitar la participación de los colegiados, uno a uno, porque ellos hacen el colegio.
Queremos crear una oficina de defensor del colegiado, para que si a otro compañero le pasa lo que nos ha pasado a nosotros y se hayan sentido indefensos ante el colegio, exista un organismo que regule y medie. Queremos fomentar la actualización de todas las áreas de la psicología: el COPAO lleva años sólo con una línea, la cognitivo conductual, pero olvidando otras muchas áreas. Y queremos también, es muy importante, comunicar y tener muy buena relación con otros colegios profesionales. El colegio de Andalucía Occidental lleva años tratando de que se coordinen acciones y se trabaje en común, pero el COPAO no ha querido participar, se ha negado. Creemos que juntos somos más y es uno de nuestros proyectos.
¿Pero cómo que no están en campaña? ¿No deberían haberse convocado las elecciones?
Dos meses antes de la votación tendrían que estar convocadas y todavía no hay ni día para las elecciones ni fechas de proceso electoral. Me parece muy triste y sorprendente. Son cosas que hay que preparar: somos profesionales y tenemos que organizarnos. Llevamos desde junio insistiendo y preguntando por escrito. Nunca hemos tenido respuesta.
Para concurrir han de presentar un mínimo de firmas, ¿están recogiendo los avales?
Los estatutos establecen 100 avales, pero no podemos recogerlos hasta que no salga la convocatoria. Ellos -en referencia a la actual junta- establecen el modelo de aval, por eso no podemos recoger firmas, no nos servirían de nada. Tampoco podemos recoger esos apoyos. Es una pescadilla que se muerde la cola.
¿Están los estatutos adaptados al voto por correo?
Sí, al voto por correo sí. Pero no recogen el voto telemático. En los días que corren, no tiene sentido que no se pueda votar o realizar una asamblea o cualquier reunión por vía telemática. Hay recursos y toda la seguridad posible. Me parece un atraso que no esté actualizado este punto. Nosotros lo hemos solicitado por escrito... y tampoco hemos tenido respuesta.
¿Se sienten en disposición de disputar las elecciones a decano? ¿Consideran que tienen el respaldo suficiente?
Sí, llevamos más de un año trabajando. Ha costado, porque los colegiados estaban muy acostumbrados a pagar su cuota y desentenderse, pero yo creo que hemos sensibilizado a muchos compañeros, los hemos conseguido movilizar de esa desidia que existía. Ahora somos muchos más los que queremos un colegio mejor, queremos participar en él, queremos una representación mejor y queremos que nuestra profesión esté puesta en valor. Eso es lo que ha hecho que este movimiento cree esa sensación de que sí vamos a poder. Casi todo el mundo tiene la misma percepción de la junta, pero nadie hacía nada. Quizá esa desmotivación está desapareciendo. Faltaba alguien que recogiera y unificara todas esas sensibilidades.
¿Qué echa de menos en la relación con la actual junta?
Me encantaría sentarme con la junta actual, me hubiera encantado que con todos los escritos que hemos mandado nos hubieran respondido. Que nos hubieran dicho: vamos a sentarnos, a organizados... Una administración no debe tener tanto tiempo a sus representantes al frente. Yo tendí la mano desde primera hora, les dije que queríamos hacer un proyecto nuevo y nunca me han contestado. Nosotros queríamos hacer un cambio, una transición. Pero me sigue apeteciendo sentarme con la junta actual y que este proceso se haga de forma natural.