Ampliamente conocidos son los atractivos de una póliza de salud: la disponibilidad, rapidez o atención personalizada son algunos de los motivos que, unidos a la actual situación sanitaria, han hecho que esta área de la cobertura privada sea la que más crezca desde el inicio de la pandemia. Pero, ¿sabemos las ventajas fiscales que puede ofrecer un seguro médico a las empresas y sus trabajadores? Hablamos con D. Rubén Martín Sánchez, gerente de Previsión Médica Seguros, para informarnos en detalle al respecto.
La rentabilidad que ofrecen los seguros médicos a las organizaciones, tal y como nos expone este experto en cobertura sanitaria, van mucho más allá de la fiscalidad, aunque esta la principal área de la que cada compañía puede obtener importantes beneficios. Dichos beneficios están estipulados en la legalidad vigente referida a la retribución en especies, actualizada por última vez en el año 2014.
Lo primero que debemos recordar es que la denominada a nivel fiscal retribución en especies (de la que forma parte la cobertura de salud) se concreta en aquellos beneficios que una empresa retribuye al empleado no de forma monetaria, sino a través de la obtención de un bien o servicio. En este caso, mientras la contratación de un seguro de salud no ofrece ninguna ventaja fiscal a nivel particular, sí lo hace si es un pago en especies por parte de un empresario o autónomo.
Esta contratación de una póliza médica por parte de la empresa permite deducir 500 euros anuales por cada empleado incluido en dicho seguro. Esta deducción se obtiene al tributar el IRPF por estimación directa, y también computa a efectos de la propia póliza de salud del empresario o autónomo, así como de su cónyuge e hijos no emancipados que vivan en el mismo domicilio y tengan menos de 25 años.
Además, se podrá deducir como gasto la prima del seguro en el Impuesto de Sociedades, así como las ventajas obtenidas en la Declaración de la Renta. De esta forma y teniendo en cuenta esta tesitura fiscal, la contratación de un seguro médico siendo empresario o autónomo supone una ventaja clara.
También es importante reseñar la flexibilidad que incluye la normativa actual respecto a las modalidades de contratación de un seguro médico vehiculado por una empresa. Estas incluyen, además del pago por parte de la organización, la cobertura compartida, en la que empresario y trabajador pagan cada uno una parte, o el coste asumido por el trabajador con un precio inferior al establecido para particulares. En cualquier caso, para acogerse a la deducción fiscal de 500 euros por empleado, la empresa deberá pagar el seguro médico.
Además de esta ventaja a nivel de tributación, la contratación de una cobertura de salud por parte de las empresas supone una importante retribución a nivel de valor empresarial y atracción del talento. En primer lugar, ofrecer un seguro de salud a los trabajadores aporta una clara ventaja competitiva respecto a otras compañías, ventaja que se suma a una mejora de la imagen corporativa y social, que muestra la preocupación por la salud y el bienestar de cada empleado.
En segundo lugar, los perfiles profesionales más valiosos y competentes se fijan cada vez más en los beneficios sociales y las facilidades que las empresas ofrecen a sus empleados más allá del salario. En este sentido, un seguro de salud se vuelve un atractivo indiscutible.
Por último, las pólizas de salud aportan a las empresas ventajas económicas distintas a las fiscales por dos vertientes distintas. En primer lugar, porque el precio de un seguro médico en el contexto de una contratación empresarial siempre mejora el precio de mercado ofrecido a particulares. Y, en segundo lugar, porque permite que, ante cualquier problema de salud de un trabajador, cada compañía cuente con una mayor rapidez y eficacia a la hora de abordarlo, contando con los mejores especialistas disponibles para sus empleados. Esto no sólo repercute en el ya mencionado bienestar de los trabajadores, sino en la garantía de obtener la más ágil y segura recuperación que permita mantener el ritmo de productividad de cada empresa.
Por supuesto, todos estos elementos se perciben por parte de cada empleado, incrementando la productividad y la voluntad de ofrecer sus mejores resultados a la compañía.
Tras lo expuesto, comprobamos cómo las ventajas a nivel de retribución fiscal se constatan como el beneficio fundamental de la contratación de un seguro médico por parte de las empresas, pero no el único. Retribuciones de muy distinta naturaleza revierten en cada empresa y empresario a consecuencia de contar con esta cobertura sanitaria, y es por este motivo que cada vez más organizaciones incluyen este tipo de pólizas como parte de su atractivo en materia laboral. Todo ello hace que la contratación de un seguro médico sea una opción a todas luces beneficiosa para cualquier empresa o autónomo.