El cáncer de laringe es la segunda neoplasia más frecuente del tracto respiratorio, solo por detrás del de pulmón. Además, en el 2% del total de tumores en hombres y el 0,4% en mujeres, según datos de la SEORL. Así, según los datos de la Asociación Española Contra el Cáncer, la incidencia de esta enfermedad en Málaga en 2023 fue de seis casos por cada 100.000 habitantes con 109 nuevos pacientes diagnosticados.
Los casos iniciales de esta afección se pueden tratar con láser sin la necesidad de realizar una traqueostomía, con ingresos en modalidad de hospital de día, o con radioterapia. Si se diagnostica a tiempo, el cáncer de laringe tiene una supervivencia superior al 90%.
En tumores más avanzados, pese a que cada vez se siguen más protocolos para conservar el órgano utilizando tratamientos de radio y quimioterapia, puede que en algunas ocasiones sea necesaria la cirugía abierta, en la que, en muchos casos, los sanitarios se ven obligados a extirpar la laringe y dejar un traqueostoma permanente.
De esta manera, los datos de la AECC sostienen que en 2023 se diagnosticaron 109 casos de cáncer de laringe en la provincia, de los cuales 95 de los pacientes eran hombres y 14 mujeres.
Asimismo, en la última década el número de personas diagnosticadas por cáncer de laringe asciende hasta las 912. De este total, ha habido 101 que han sufrido esta afección y 811 hombres.
Por años, cabe señalar que en los últimos 10 años el número de casos han ido aumentando año tras años llegando a su máximo el pasado 2023. Así, en 2022 se detectaron 106 casos; en 2021 fueron 101; en 2020 llegaron a los 96; 93 se diagnosticaron en 2019; 90 en 2018; 88 en 2017; 86 en 2016; 85 en 2015; 83 en 2014 y 84 en 2013.
Por otro lado, desde la Consejería de Salud remarcan que todos los casos son valorados en un comité de tumores multidisciplinar. Además, añaden que casi el 85 % de los casos son susceptibles de tratamientos conservadores de la laringe.
Según los datos aportados por la Junta de Andalucía, en el Hospital Regional Universitario de Málaga han podido llegar a diagnosticar aproximadamente unos 180 casos nuevos en un año, asumiendo las áreas sanitarias de Málaga Este, Axarquía y Antequera.
En cuanto a los tratamientos, cuando un profesional sanitario recurre a una laringectomía total se debe a que es un caso avanzado o es un rescato quirúrgico de los tumores ya tratados con quimio y radioterapia que no hayan tenido una respuesta completa.
Tras esta intervención quirúrgica, el enfermo pierde el órgano con el que genera la voz, pero no la capacidad de comunicarse. A través de técnicas como la erigmofonía en la que la voz se modula en la neofaringe con el aire que asciende desde el estómago, o con la colocación de prótesis fonatorias, el paciente puede seguir expresando sus emociones a través del habla.
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