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La ilusión de una mujer o una pareja por quedarse embarazada puede convertirse en la peor pesadilla cuando ese bebé muere durante el proceso de gestación o incluso durante los primeros días de vida. Hay abortos espontáneos y otros casos en los que la mujer da a luz a su bebé aún a sabiendas de que ha fallecido en su interior. 

El inmenso dolor de esa madre es difícil de imaginar porque cualquier suposición se quedará corta. Solo lo conocen las personas que pasan por ese sufrimiento, así como sus parejas y familiares.

"Es un duelo silencioso; ya que es hacer el duelo de un hijo que nadie lo ha visto, en muchas ocasiones ni la madre lo llega a ver y como no hay bebé, aparentemente no hay duelo. Pero para esa madre, para esos abuelos, para esa familia, da igual la semana o el día de gestación. Ha perdido su hijo, lo ha llevado dentro ese tiempo, aunque nadie lo haya visto o nadie lo haya sentido. Es por ello que, a veces, además es un duelo no comprendido por la sociedad", explica Chary Vázquez, psicóloga de la Unidad de Apoyo Emocional a la Mujer del Hospital Quirón Málaga. 

Hay muchos más casos de los que a primera vista se pudiera pensar. Entre un 10 y un 20% de los embarazos confirmados terminan en aborto espontáneo, especialmente durante el primer trimestre. En cuanto a las pérdidas perinatales (a partir de las 22 semanas de gestación), la cifra es cercana al 0,5-1% en países desarrollados, incluyendo España.

Según la OMS y la Clasificación Internacional de Enfermedades, la mortalidad perinatal comprende las muertes que ocurren entre las 22 semanas completas (154 días después de la gestación) y 7 días después del nacimiento.

En España, estas pérdidas afectan cada año a entre 80.000 y 90.000 mujeres, a sus familias y a su entorno más cercano, teniendo en cuenta tanto pérdidas gestacionales tempranas como mortinatos y fallecimientos neonatales.

En España se reportan unos 3.000 casos de mortinatos (muertes perinatales a partir de las 22 semanas) al año, pero la cifra aumenta al introducir los abortos del primer trimestre. "Y cada una de estas pérdidas duele, se llame perinatal, gestacional, neonatal, sea cual sea el momento o el motivo", añade la psicóloga. 

El aborto de repetición (la pérdida consecutiva de tres o más embarazos antes de la semana 20 de gestación, o cinco no consecutivos) es una de las causas que puede generar un duelo más complejo.

Son tremendamente prevalentes en nuestra sociedad (los sufre un 15% de la población, porcentaje que aumenta cuando ya ha sucedido en alguna ocasión) y frustran los deseos de una persona o pareja aparentemente sana de tener descendencia. La causalidad de estos es muy variable,se puede deber a multitud de factores diferentes y muchas veces no se llega a un diagnóstico claro; aunque es importante saber si hay un motivo determinado para ello”, expone el doctor Rodrigo Orozco, jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia de este hospital malagueño. 

¿Por qué hay tantos abortos y muertes de bebés tras nacer? Los expertos afirman que las causas son multifactoriales, incluyendo factores genéticos, inmunológicos, anatómicos o incluso infecciosos. "En más del 50% de los casos no se llega a identificar una causa clara, lo que contribuye a la dificultad emocional y psicológica del duelo", indica el doctor Orozco.

Por su parte, la psicóloga apunta que el duelo perinatal es tan duro o más que cualquier otro duelo. “Hay que tener además en cuenta que a estos padres se les ha roto su futuro más inmediato, su proyecto de vida… Estas pérdidas no avisan, por lo que hay que trabajar con los progenitores, la incredulidad de lo que les acaba de pasar, hay que trabajar la culpa, el pensar que si podría haberlo evitado si hubiese ido antes a urgencias o si no hubiese hecho esto o lo otro… Tiene un plus de dureza este duelo”.