Llega el otoño y con él las toses, las laringitis, los mocos... Y en los niños parece la historia de nunca acabar porque empiezan en octubre y, sobre todo los más pequeños, pueden ir encadenando resfriados y bronquitis prácticamente hasta abril por el contacto continuo entre ellos en las guarderías y colegios.
Ir a la urgencia pediátrica de un hospital (e incluso de adultos) en estos momentos es casi sinónimo de enfermedad respiratoria. De hecho, más de un tercio de las consultas pediátricas en urgencias y atención primaria están relacionadas con infecciones respiratorias, afirma el Dr. Enrique Sánchez, pediatra del Hospital Vithas Xanit Internacional.
Resfriados, gripes, bronquiolitis... El Ventolín y la Budesonida a la orden del día. "Los resfriados y las gripes son las infecciones más frecuentes entre los niños, y su incidencia se incrementa con la vuelta a los colegios", explica el doctor.
Además, enfermedades como la covid-19, bronquiolitis, laringitis, bronquitis, amigdalitis y neumonía afectan más a los niños debido a la inmadurez de su sistema inmunológico y a ciertos hábitos, como respirar por la boca en lugar de por la nariz.
A lo largo del otoño y el invierno es muy probable que el menor caiga en algún momento, sobre todo si es más pequeño. Pero el doctor Sánchez hace una serie de recomendaciones para intentar evitarlo en la medida de lo posible.
Entre ellas están abrigarse bien al salir a la calle, usar mascarillas en espacios cerrados o muy concurridos, beber suficientes líquidos y ventilar correctamente las habitaciones para evitar la acumulación de aire viciado.
El especialista recomienda también consultar con el pediatra sobre la administración de la vacuna contra el virus respiratorio sincitial (VRS), que puede reducir significativamente la gravedad de la bronquiolitis.
En el caso de los recién nacidos, el pediatra recomienda no llevarlos a lugares con grandes aglomeraciones, como centros comerciales, y no fumar cerca de los niños, ya que el humo del tabaco puede agravar los problemas respiratorios.
También subraya la necesidad de mantener una buena higiene de manos, incorporar alimentos ricos en vitaminas A y C, como naranjas, limones, mandarinas y verduras de hoja verde oscura, y fomentar la lactancia materna para reforzar las defensas del bebé.