Sin malos humos y con buen humor, así afrontamos este II Verano de la Covid en Málaga gracias a la prohibición de fumar en algunas de sus costas. No son muchas, y la mayoría se concentran en cinco localidades costeras que se ven que están comprometidas contra el hecho de que alguien espere fumando al fin de la pandemia.
Porque a pesar de que hemos aprendido por las malas que la salud es lo más importante, todavía hay quien se resiste a abandonar el bendito vicio. Héroes para los exfumadores que cada día se arrepienten de haber dejado de fumar. No lo dicen, de hecho lo niegan con fervor ante quien sea, pero en su fuero interno desean volver a chupar de la humeante teta de la Madre Oscura.
Pero si usted es de los que, a pesar de haber tenido que ir por ahí con la mascarilla puesta reconcentrando en su boca el sabor suave del tabaco, persiste en el placer de echarse humo caliente en los pulmones, incluso en verano, incluso en una playa, incluso bajo el sol abrasador un día de terral (si eso no es compromiso, que baje Dios y lo vea), que sepa que en 12 litorales de la provincia de Málaga no podrá hacerlo.
A saber, estas playas son: casi todas las de Vélez-Málaga: las calas de Benajarafe, Valle Niza, Almayate, Torre del Mar, Caleta y Mezquitilla.
Mijas también se ha unido a la Red Andaluza de Playas sin humos con los arenales de Royal Beach, El Torreón y El Bombo; junto con un tramo de la cala de La Rada de Estepona, la de Algarrobo y Torrox, localidades que también han prohibido fumar sobre zonas concretas de sus arenas costeras.
A este plan libre de tabaquismo se pueden anexionar, como novedad este año, las piscinas municipales, pero en toda la provincia malagueña sólo dos se han subido al carro de la salud pulmonar.
¿Qué municipios pueden apuntarse a dejar de tener colillas enterradas en sus arenas? Pues al contrario que ocurre con la catalogación de las playas para perros, las localidades que quieran prohibir la práctica del tabaquismo en sus litorales lo tienen mucho más sencillo: tan sólo deben pedir anexionarse a la Campaña 'Playas y Piscinas Sin Humo' puesta en marcha por la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía. ¡Si hasta lo pueden hacer de modo telemático! ¡Más fácil imposible!
Esta es una iniciativa que desde el ya lejano año 2005 promueve la Red Andaluza de Servicios Sanitarios y Espacios Libres de Humo, que a su vez es empujada desde la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica. Un gran número de organismos movilizado con el objetivo de concienciar sobre las consecuencias negativas del tabaquismo en las playas y piscinas municipales de Andalucía. Sinceramente, a veces uno podría pensar con tristeza que si todo el dinero que se emplea en evitar que la gente fume se trasladara a investigación médica, el cáncer ya hace mucho que tendría cura.
En fin, como decíamos, a este programa que promueve hábitos saludables para mejorar la calidad de vida de quien pasa de dejar de fumar, se puede apuntar cualquier consistorio con costa y/o piscina municipal.
Una vez solicitadasu adhesión, las playas pasan por un proceso de evaluación y acreditación con cuatro niveles distintos: miembro, bronce, plata y oro. Categorías que se consiguen dependiendo del compromiso de las localidades, ya que son los propios ayuntamientos quienes asumen velar y hacer cumplir las políticas para mantener estos espacios libres de humo: vigilancia, señalización, informar a los bañistas...
Y es una iniciativa que cada vez suma más adeptos entre las localidades litorales andaluzas: si el año pasado ya eran 21 las playas libres de humos, este 2021 ascienden por encima de las 42. Porque por mucho que ansiemos la libertad de fumar al aire libre, encontrarse una colilla enterrada en la arena es, a ojos vista, una asquerosidad. Algo que, aunque lleve muchísimo tiempo sancionado debido a lo perjudicial que resulta para el medio ambiente, no deja de repetirse cada vez que pisamos una playa.
En cualquier caso, todo sea por tratar de no sumar a la posibilidad de un melanoma en los bañistas el también consabido cáncer de pulmón que, quién lo puede seguir negando hoy en día, está asociado a una práctica tan anacrónica como perjudicial. Pero, claro, es que, según algunos influencers de pro, fumar hace un 75 por ciento más cool a los fumadores.