Pablo Ruiz Picasso es probablemente el pintor más conocido de la historia. Se acaba de conmemorar el 50 aniversario de su muerte y su leyenda ha aparecido, aún más, en todos los medios de comunicación del mundo. Entre ellos The New York Times, que este viernes ha publicado un amplísimo reportaje en su portada sobre el nacimiento y desarrollo del artista en Málaga titulado Exploring Picasso´s Málaga con una gran fotografía de la calle Larios.
Escrito por el periodista Andrés Ferren, el artículo resalta que "uno de los mejores lugares para descubrir al Picasso precelebridad es su ciudad natal, Málaga, la ciudad portuaria andaluza en la costa mediterránea sur de España. Aquí es donde nació el artista y, mucho antes de que se convirtiera en un nombre familiar, donde su extraordinario talento artístico se hizo evidente para su padre, José Ruiz Blasco, pintor y profesor de arte, y el resto de su familia, así como su círculo de amigos artistas".
En el reportaje detallan que pese a que Picasso se fue a vivir a La Coruña con solo 9 años y ya no volvió a Málaga, "siempre se consideró un malagueño". De hecho, han hablado con su nieto Bernard Picasso y afirman que les dijo que "Picasso adoraba España y siempre honró sus raíces andaluzas".
"Si apareciera hoy en Málaga, Picasso se sorprendería al encontrar un museo que lleva su nombre: el Museo Picasso Málaga abrió sus puertas en 2003 y ahora atrae a casi 700.000 visitantes al año. Por otra parte, dada su reputación de tener un ego descomunal, tal vez no le sorprenda en absoluto el museo, aunque probablemente le encantará encontrar la casa de su infancia, la plaza donde solía jugar, la iglesia donde fue bautizado, así como la academia de arte donde enseñaba su padre, sin mencionar la famosa plaza de toros, la catedral y otros lugares de interés de la ciudad, prácticamente tal como los dejó", continúa el reportaje.
El periodista no solo habla de la figura de Picasso sino que también hace un recorrido turístico e histórico por Málaga y publica fotografías del Teatro Romano, la Alcazaba o la Catedral realizadas por el fotógrafo Emilio Parra.
Hace también parada en el Museo de Málaga en la Aduana, la Casa Natal de Picasso, la iglesia de Santiago donde fue bautizado el pintor malagueño y el Museo Picasso, a la vez que relata con todo lujo de detalles el crecimiento cultural de Málaga y la creación de nuevos espacios como el CAC, el Pompidou o el Thyssen.
Finaliza el artículo con algunos aspectos básicos del viaje, recalcando que "es un vuelo corto desde Barcelona y Madrid" y que hay también tren de alta velocidad, algo importante para el turismo norteamericano que está acostumbrado a recorrer largas distancias.