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En el sector turístico siempre hay un debate abierto. Cantidad o calidad de turistas. Lo ideal es que vengan menos personas, pero que éstas tengan un mayor poder adquisitivo, de forma que generen un mayor gasto en la zona y masifiquen menos el destino. 

Es difícil conseguirlo, máxime cuando Málaga, sobre todo la capital, es un foco de todo tipo de turismo, desde el crucerista hasta el de despedida de soltero. Pero una cosa está clara: si no se intenta no se logra. 

Desde hace unos años el Ayuntamiento de Málaga está haciendo acciones para captar al turista de lujo, poniendo como reclamos el aumento de hoteles de alta categoría -especialmente el Miramar- o la oferta de establecimientos de lujo que ya empieza a haber en la ciudad, aunque aún se esté lejos de la oferta existente en Marbella u otras capitales europeas. 

Málaga, por tanto, quiere captar a turistas de segmento premium que hagan compras. Hay que ir a buscarlos y el área de Turismo del Ayuntamiento ha hecho sendas acciones promocionales en París y en Milán. 

En la Oficina Española de Turismo en París hicieron ayer un evento presentando el destino de Málaga a periodistas y profesionales especializados en lifestyle, lujo y turismo de compras. Hoy jueves harán lo mismo en el hotel NH Collection Milano President en Milán. El concejal delegado de Turismo y Promoción de la Ciudad, Jacobo Florido, ha sido el encargado de dar a conocer las bondades de la ciudad ante el sector. 

En los nueve primeros meses del año, según datos de Aena, han llegado al aeropuerto de Málaga 354.576 pasajeros procedentes de París, un 7% más que en el mismo periodo del año anterior. De Milán se han contabilizado 186.429 viajeros, un 19% más. 

Hay, por tanto, conexión aérea directa con Málaga, hoteles de cinco estrellas, una de las mejores ofertas culturales del continente, gastronomía con estrellas Michelin y tiendas de lujo en la capital o en Marbella. Ahora hay que convencerles de que vengan.