Sí se reclamarán las ayudas. No se van a reclamar. Lo mismo hay que reclamarlas. El escándalo de las emisiones contaminantes de Volkswagen ha llevado al Ministerio de Industria a dar pasos en todas las direcciones a la hora de decidir si pide o no a la compañía que devuelva las ayudas por el plan Pive (Plan de Incentivos al Vehículo Eficiente).
La empresa alemana acaba de reconocer que la manipulación del software que controla las emisiones contaminantes va más allá de los ocho millones de motores diésel que emiten más óxido de nitrógeno (NOx) de lo permitido por la ley. Ahora hay 800.000 coches más, algunos de gasolina, que emiten más Dióxido de Carbono (CO2) de los niveles legales. Eso le va a costar a Volkswagen 2.000 millones de euros, que se suman a los 6.500 millones que ya había asumido como impacto inicial del escándalo.
El problema para el Gobierno de Mariano Rajoy es que las ayudas del Plan Pive, al vehículo eficiente, se dan al consumidor y están condicionadas a que compre un vehículo con bajas emisiones de CO2.
Este miércoles, el Ministerio no ha respondido a las preguntas de EL ESPAÑOL sobre qué va a pasar ahora con las ayudas. En conjunto, los ocho ‘planes Pive’ sucesivos han supuesto un cargo para los presupuestos del Estado de cerca de 1.100 millones de euros.
1. Exigir la devolución
Una semana después de que saltara el escándalo, el titular de Industria, José Manuel Soria, aseguró que la opción de exigir a Volkswagen la devolución de este incentivo estaba sobre la mesa. En concreto, los 1.000 euros de ayuda por vehículo que procedían de los presupuestos generales. Matizó, además, que en ningún caso se reclamarían al consumidor, porque la culpa no era suya.
“A la empresa no le ha parecido mal que se le reclame, ya que hay un reconocimiento explícito por su parte de que se ha procedido a instalar ese software que no medía correctamente las emisiones”, aseguró el ministro.
A la empresa no le ha parecido mal que se le reclame
Su declaración coincidió con el comunicado de Volkswagen sobre el número de vehículos afectados por el ‘diésel gate’ en España: más de 680.000 coches entre las diferentes marcas del consorcio (Seat, VW, Audi y Skoda).
Entonces, Industria no sabía aún cómo se iba a proceder para hacer que el fabricante alemán devolviera esos 1.000 euros por vehículo, dado que las ayudas se descuentan del precio que paga cada comprador. La solución quedaba en manos del procedimiento que decidiese la Abogacía del Estado.
2. No habrá que devolver porque no es CO2...
Soria sólo tardó 24 horas en rectificar y decir que no había nada que devolver. “El software instalado tiene que ver con emisiones de óxido de nitrógeno, las famosas NOx, pero no tiene que ver en modo alguno con las de CO2”, recalcó el ministro tras una reunión en Bruselas.
Esos planes tienen que ver con las emisiones de CO2 pero no con las NOx
"Esto es muy importante a los efectos de las ayudas que por planes de incentivos al vehículo eficiente se han dado. Esos planes tienen que ver con las emisiones de CO2 pero no con las NOx", remarcó antes de matizar. "Pero lo que les hemos pedido es documentación acreditativa de que técnicamente eso es literalmente así. Hasta que no lo acrediten no podemos decir nada”.
3. Pero ahora sí que lo es
Casi dos meses después de que saltara el escándalo, Volkswagen asume que hasta 800.000 vehículos de sus marcas emiten más C02 de la cuenta. No ha desvelado aún de qué marcas y a qué países afecta, pero ya hay pistas. Seat ya ha reconocido que algunos de sus coches estarían afectados y que “mayoritariamente” son diésel, pero que también hay de gasolina.
Sólo en Alemania estaría cerca de la cuarta parte de estos vehículos, según reconoció el ministro de Transporte, Alexander Dobrindt. Y, de estos, el 50%, son de gasolina. Mientras, en Estados Unidos le surgen más problemas: ha tenido que llamar a revisión a 92.000 vehículos (Golf, Jetta, Escarabajo y Passat) por un fallo en el árbol de levas.
Estos nuevos golpes a la reputación de Volkswagen provocaron que el miércoles sus acciones se hundieran en Bolsa un 9,5%. Sólo en esta sesión se negociaron casi 5,4 millones de títulos del grupo alemán, casi las mismas que en las cuatro jornadas anteriores juntas.
Ante esta situación, la agencia de calificación Moody's ha decidido rebajar de 'A2' a 'A3' el rating del consorcio a largo plazo, que mantiene en perspectiva negativa. Mientras, la agencia Standard & Poor’s lo mantiene en revisión negativa.
4. Bruselas exige acelerar su investigación
La Comisión Europea se ha quejado de que Volkswagen no le haya informado directamente de los problemas detectados y ha exigido al fabricante alemán que “acelere su investigación interna”.
“Hay que aclarar sin demora qué tipo de irregularidades en las emisiones de CO2 se han encontrado, qué las ha causado, qué coches están afectados, dónde se registraron y qué medidas va a adoptar el grupo para corregir la situación”, ha reclamado la portavoz de Industria, Lucía Caudet.
El Ejecutivo comunitario no tiene de momento previsto realizar su propia investigación y se limita a “facilitar el intercambio de información” sobre los resultados de las diferentes pesquisas nacionales. “Está en juego la confianza de los ciudadanos y necesitamos tener todos los hechos sobre la mesa”, ha dicho la portavoz.
La legislación de la UE prevé multas para los fabricantes que sobrepasen los umbrales de emisiones de CO2 autorizados. Pero el Ejecutivo comunitario no ha aclarado si se plantea activarlas. “Primero tenemos que establecer los hechos”, ha apuntado Caudet.
Eso sí, Bruselas cree que el nuevo escándalo Volkswagen no pone en riesgo los objetivos que se ha marcado la UE de recorte de emisiones de gases de efecto invernadero. “Estamos en la buena vía para lograr, incluso superar, nuestra meta de 2020”, ha señalado la portavoz.