El Z4, el pequeño cabrio de BMW, se despide para siempre tras 115.000 unidades fabricadas. Lanzado por primera vez en el año 2003 como sucesor natural del Z3, el Z4 se presentó con un diseño muy personal obra del polémico Chris Bangle, de cuya pluma han salido otros diseños igualmente llamativos -¿quién no recuerda la Serie 7 de 2002?-
En 2009 llegó la segunda generación del Z4, con un diseño más BMW y menos Bangle, cambiando su techo retráctil de lona por un techo duro metálico. De hecho, el Z4 ha sido el único BMW descapotable biplaza que ha ofrecido un techo duro.
Tras 115.000 unidades construidas, el último E89 (código interno del Z4) ha sido un sDrive35is pintado en la tonalidad Valencia Orange Metallic. De hecho, la despedida es doble, ya que con este Z4 muere también el propulsor N54 de seis cilindros en línea, tres litros de cubicaje y doble turbo. Con una potencia máxima de 340 CV, este motor ha conseguido hacerse con el premio a mejor motor del año en su categoría cinco veces.
No obstante, la desaparición del Z4 viene motivada por la llegada de su reemplazo, el Z5. Se trata del primer modelo fruto de la alianza BMW-Toyota que verá la luz, aunque todavía habrá que esperar hasta finales de 2017 para conocerlo.
El Z5 volverá a utilizar un techo de lona, lo que supone una buena noticia para los más puristas, aunque no tan buena para el que busque la mayor tranquilidad y practicidad en el día a día. El Z5 seguirá ofreciendo una experiencia de conducción típica de BMW, aunque se espera que Toyota aporte su experiencia en el terreno de los vehículos híbridos para conseguir un deportivo eficiente a la vez que eficaz.
Actualmente la demanda de vehículos descapotable pasa por un bache bastante profundo. La crisis económica ha hecho mella, y el número de potenciales clientes ha descendido de forma drástica. No obstante, un pequeño descapotable de tracción trasera casa a la perfección con la filosofía de la firma alemana, que seguirá apostando por esta configuración tan apetecible.