Tesla ha anunciado el lanzamiento de una evolución de su asistente de conducción semi-autónoma, más conocido popularmente como Autopilot. La denominada versión 8.0 llegará en las próximas semanas, y aparte de instalarse en los vehículos que salgan de fábrica, se podrá instalar también en todos aquellos Model S y Model X fabricados desde octubre de 2014.
El sistema de asistencia Autopilot es uno de los más conocidos en el mundo del automóvil por adelantarse a la industria, convirtiéndose en el primer "intento real" de conducción autónoma, intento que no obstante no está exento de polémica con hechos como el accidente que costó la vida a un conductor de un Model S que circulaba con el sistema Autopilot conectado.
El mayor cambio de Autopilot 8.0 es la utilización de radares. Hasta ahora el funcionamiento de Autopilot no dependía de radares, sino que utilizaba una cámara situada en el parabrisas delantero del vehículo. A partir de ahora, Autopilot se servirá también de radares para un mejor funcionamiento.
Los radares son mucho más precisos a la hora de detectar obstáculos en el camino, aunque no tanto determinando la naturaleza de los mismos. De esta manera, con la acción conjunta de radares y cámaras se consigue una acción mucho más completa y segura.
Además, Tesla ha desarrollado un software que permite a Autopilot confeccionar una base de datos con señales, puentes y túneles, siendo capaz así de adaptarse mejor y más rápidamente a las condiciones del tráfico.
El sistema de radar utilizado por Tesla será capaz de emitir "evitando" al vehículo precedente con el fin de crear una especie de "mapa" virtual de la situación del tráfico frente al coche. Gracias a esta característica, Autopilot podrá anticiparse a una posible situación adversa con mayor precisión.