Estaba claro, era el paso evidente tras el lanzamiento de la nueva generación del Porsche Panamera, donde ya se comunicó que el nuevo 4.0 V8 que monta la versión Turbo serviría como propulsor para varios modelos del Grupo VW, al que pertenece Porsche.
Tras apenas un par de meses, ya se ha conocido que el 4.0 V8 de gasolina será el encargado de mover a las versiones más cañeras de las nuevas generaciones de los A4 y A5 de Audi, los RS4 y RS5, que hasta el momento se han ofrecido con un propulsor 4.2 V8 atmosférico de alto régimen de giro.
El 4.0 V8 biturbo es claramente superior en términos de rendimiento, aunque es cierto que pierde el encanto de las 8.000 vueltas que sí mantenía el hasta ahora V8 de los RS4 y RS5. Sin embargo, con este nuevo propulsor, es posible que la nueva generación RS puede llegar a ofrecer sin ningún tipo de problema potencias que rondarán los 500 CV.
Hasta el momento, los RS4 y RS5 han ofrecido 450 CV, prácticamente el tope de rendimiento que podía alcanzar el viejo 4.2 V8 FSI sin comprometer la fiabilidad que se le exige a un coche de calle. Está claro que el futuro -y el presente- es de los motores turboalimentados, y los nuevos RS4 y RS5 cerrarán el círculo del trío alemán (Audi RS4/RS5, BMW M3/M4 y Mercedes-AMG C63), siendo ya todos sobrealimentados mediante turbo.