No todo es trabajo. Jesús Calleja también tiene tiempo, entre escena y escena, de desconectar, de darse un paseo y recorrer los lugares en los que trabaja. Las anécdotas, como la vez que le adelantó un señor con chanclas subiendo el monte Elbrus, los momentos divertidos, como cuando “cotillea” con sus amigos los sherpas en las expediciones a las montañas del Himalaya, o momentazos como alcanzar la cima del Everest son parte de su día a día, pero aun así siempre disfruta escapándose del rodaje y dando una vuelta a solas.
Para quienes quieran disfrutar de la naturaleza, fusionarla a su trabajo, para el oficinista, el administrativo que quiera largarse y montar su oficina en la naturaleza Jesús Calleja tiene un consejo: “Rodéate de mucha tecnología para estar conectado y poder trabajar desde allí. Ahora es posible económicamente y fácil de manejar”. Así que, menos excusas, y a disfrutar de la libertad que da la naturaleza.