Después de un año de litigios e incertidumbre jurídica, un juez federal de Estados Unidos ha aprobado el plan que tenía el Grupo Volkswagen para reparar los daños causados por el denominado escándalo del Dieselgate, por el que hace un año se destapó que el gigante alemán había montado en 11 millones de vehículos un software que encontraba una manera de evitar la legislación de emisiones. Con su plan, el Grupo VAG tendrá que recomprar o arreglar 475.000 coches y pagar 15.000 millones de dólares a los perjudicados, entre los que se encuentran los clientes y los concesionarios.
Ha sido el juez del Tribunal de Distrito de San Francisco en California, Charles Breyer, quién ha decidido aprobar el acuerdo entre consumidores, legisladores de California, el gobierno del país y el fabricante alemán. En palabras del magistrado, se trata de un trato "justo, razonable y adecuado". A raíz de la polémica desatada, Volkswagen sigue esperando un juicio con el Departamento de Justicia de EE.UU, además de haber abandonado la idea de vender diésel en el país.
Mediante este acuerdo, los clientes de esos 475.000 VOlkswagen con motor afectado en Estados Unidos, podrán optar por una recompra por parte de la marca de entre 12.000 y 44.000 dólares, o la reparación totalmente gratuita del coche, algo que todavía ha de ser aprobado por la Agencia de Protección Medioambiental, más conocida como EPA. Junto a esta reparación habría una compensación económica que oscilaría entre los 5.100 y 10.000 dólares, según el valor del modelo a tratar.
Por ahora han sido 336.000 clientes los que han registrado sus vehículo para acceder a la reparación de vehículo. De todas formas, teniendo en cuenta que la EPA aún no ha aprobado dicha reparación, los clientes siempre podrán acceder a la recompra por parte de la marca si al final, no se pudiera reparar el problema del software.
A los mencionados 15.000 millones, la marca alemana tendrá que abonar 2.700 millones de dólares en concepto de mitigación medioambiental, y otros 2.000 millones en infraestructuras relacionadas con vehículos de cero emisiones. Además hay unos 1.200 millones que se tendrán que pagar a los concesionarios de la marca. Además de todo esto, en Volkswagen están intentando llegar a un acuerdo paralelo por los más de 80.000 vehículos afectados con el motor 3.0 TDI, con el que no hay ninguna fecha a la vista.