La especulación que vive el mercado de clásicos y deportivos del automóvil nos está llevando a conocer subastas multimillonarias y la adjudicación de piezas por precios impensables hace sólo unos años. Hace una década el club de coches millonarios se reducía a sólo unos pocos ejemplares en todo el mundo, ahora ese club es mucho más amplio y los reyes de ese listado hablan de cifras de entre 40 y 50 millones de euros fácilmente.
Entre los fabricantes que más y mejor cotizan en cada nueva subasta realizada debemos destacar a Ferrari. El constructor italiano goza de un portfolio de coches históricos que con cada cambio de manos firma un nuevo récord. De hecho, si nos fijamos en los coches más caros del mundo, más de un 80% son modelos Ferrari de calle y competición. Y el caso es que la tendencia en revalorización sigue al alza.
El último caso que reúne todos los requisitos para batir todos los récords en subasta es un Ferrari 250 GTO de 1962. Hablamos de uno de los deportivos más reconocibles de la historia Ferrari, un diseño de Scaglietti que a día de hoy sigue estando considerado como uno de los deportivos más bellos de la historia. Esta unidad en concreto se trata del chasis número 2 de los 36 que fueron fabricados.
Bajo su capó delantero encontramos un motor 3.0 V12 de 300 CV de potencia máxima capaz de catapultar a este deportivo de comienzos de los '60 a más de 280 Km/h. Hablamos de espectaculares cifras incluso para deportivos de hoy en día, lo que he de este Ferrari un coche todavía más exclusivo.
La venta de esta unidad del Ferrari 250 GTO tendrá un precio de partida de algo más de 52 millones de euros y será realizada por el especialista Talacrest. Si consigue esta cifra final, o incluso alcanza una cifra mayor, este Ferrari se convertirá en el coche más caro de la historia... por el momento.