Skoda, la firma checa propiedad del Grupo Volkswagen, ha anunciado la llegada de un nuevo acabado para su recién estrenado gran SUV, el Kodiaq. Se trata de una terminación denominada como SportLine, ya conocida en otros modelos de la marca, y que perfila el estilo más deportivo del gigante checo.
El Kodiaq es la última gran apuesta de Skoda, un lanzamiento que será determinante para que la marca continúe con la senda de crecimiento y expansión que ha iniciado años atrás y que, afortunadamente para ella, no ha abandonado en ningún momento gracias también al éxito de otros modelos como el Octavia, el Fabia o el Yeti.
Con un Yeti bastante anticuado, el Kodiaq viene a reafirmar el apoyo de la marca checa al segmento de los SUV, cambiando eso sí de posicionamiento y abriéndose a un público más amplio, más familiar.
El Kodiaq está construido sobre la plataforma modular MQB del Grupo VW, compartiendo motorizaciones y base técnica con otros modelos como el Octavia o el Superb. Es el primer Skoda de la historia en ofrecer 7 plazas en su habitáculo, siendo también uno de los vehículos más grandes que la marca ha comercializado.
Para el próximo Salón de Ginebra, previsto para marzo de 2017, la marca ha previsto la presentación del acabado SportLine, que al igual que sucede en modelos como el Superb, apostará por la deportividad, sobre todo en el terreno estético. El Kodiaq SportLine se convertirá en algo así como el "primo-hermano" del VW Tiguan R-Line.
Este acabado traerá consigo nuevos paragolpes más deportivos, llantas de aleación más grandes, salidas de escape vistas, asientos deportivos y molduras específicas con el fin de mejorar la imagen del SUV. Está previsto también que se utilice una suspensión más rígida y un equipo de frenos sobredimensionado, dando de esta forma el toque dinámico al conjunto.
Lo más probable es que esta línea de acabado esté disponible sólo en combinación con los motores más potentes de la gama del Kodiaq, que hasta el momento tiene el tope de gama en el 2.0 TDI de 190 CV en el caso del diésel, siendo el 2.0 TSI de 180 CV la versión más potente entre los motores de gasolina.