La actual gama de Porsche ha supuesto un enorme crecimiento para la marca en los últimos 15 años, donde apenas eran dos los modelos que tenía a la venta con el novato Boxster empezando a consolidarse y el veterano 911 plenamente superado por sus rivales.
Sin embargo, a día de hoy la historia se ha dado la vuelta al 100%, ya que Porsche disfruta de una salud financiera a prueba de bombas gracias, entre otros, a una gama mucho mayor en la que cada uno de las propuestas de la firma alemana triunfa en sus respectivos segmentos.
Seis son los modelos que la marca de Stuttgart tiene actualmente "en plantilla", dos SUV -Cayenne y Macan-, una berlina de lujo -Panamera-, dos deportivos de motor central -718 Boxster/Cayman- y el sempiterno 911 como rey indiscutible de Porsche. Todos ellos se venden razonablemente bien, cada uno en su territorio, ofreciendo además una gran calidad de realización y un peso específico muy grande en cuanto a imagen de marca.
Sin embargo, mucho se ha especulado con la llegada de nuevos modelos a la marca, nuevos modelos que por otra parte servirían para ampliar la gama en los estratos bajos, es decir, con propuestas de segmentos inferiores a los actuales. Casi parecía una realidad a punto de ocurrir, pero la propia marca ha comunicado, de forma oficial, que la gama de Porsche se va a quedar como está, al menos en los años más cercanos.
Las opciones eran muchas, ya que se planteaba un SUV de acceso de menor tamaño que el Macan, que a su vez está ya un escalón por debajo del Cayenne. Éste modelo estaría construido para luchar con modelos como el Audi Q3, pero finalmente se ha desechado la idea tras no considerarla rentable.
Tampoco se lanzará ningún deportivo por debajo de los actuales 718 Boxster/Cayman, por lo que la gama no se ampliará con nuevos modelos hasta la llegada, ya confirmada, del Mission-E, una gran berlina 100% eléctrica que llegará a finales de la presente década con más de 600 km de autonomía y unas prestaciones de infarto.
Además, el Panamera ampliará su oferta a partir de finales del año que viene con la llegada el Panamera Sport Turismo, una especie de shooting brake construido sobre la berlina de lujo, que se convertirá en el primer "familiar" de la historia del fabricante alemán.