Volvo ofrece actualmente tres vehículos híbridos enchufables, los XC90, S90 y V90 T8, tres modelos que comparten planteamiento, chasis y grupo propulsor, formado por un motor 2.0 de gasolina y un motor eléctrico que, funcionando conjuntamente, ofrecen 408 CV, 43 km de autonomía eléctrica y un consumo medio homologado de 2.1 litros cada 100 km.
Además, Volvo ofrece dos modelos deportivos, los S60 y V60 Polestar, que se coronan como la máxima expresión dinámica del fabricante sueco, que gracias al saber hacer de su preparador oficial disfruta de dos vehículos capaces de acelerar de 0 a 100 km/h en menos de 5 segundos propulsados por un motor 2.0 Turbo con 362 CV.
¿Qué tienen qué ver un concepto, el de los híbridos enchufables, con el otro, el de las versiones deportivas? Ambas propuestas tendrán próximamente el denominador común del preparador Polestar, que ampliará sus funciones en las siguientes versiones deportivas de los modelos Volvo.
Y lo hará profundizando en la electrificación como método de potenciación, algo que ya hace tímidamente con los modelos T8 de la gama actual, que pueden optar por el paquete "Polestar Performance Optimisation", una pequeña actualización electrónica desarrollada por Polestar, que mejora la respuesta y aumenta la potencia de estos modelos, capaces de ofrecer hasta 421 CV.
Los siguientes modelos desarrollados por Polestar utilizarán la electricidad como medida clave de cara a una potenciación eficiente, que servirá también para mejorar las cifras de consumo y rendimiento de estas variantes, normalmente caracterizadas por el alto consumo de carburante asociado a unas mecánicas potentes.
Es un paso lógico dentro de las actuales "reglas del juego" del panorama automovilístico, similar a la decisión que han tomado otros fabricantes como Mercedes-AMG o BMW M, que también utilizarán en sus próximos lanzamientos la electricidad como medio para aumentar las prestaciones sin sacrificar la eficiencia del conjunto.
Polestar ya ha anunciado que no buscará el vehículo eléctrico como tal, sino una hibridación eficiente y deportiva, utilizando la electricidad como "ayuda", como apoyo, de forma similar al funcionamiento de los actuales sistemas KERS que utilizan los monoplazas de Fórmula 1 o superdeportivos como el Ferrari LaFerrari.