Es de sobra conocido que los fabricantes de coches prueban sus modelos antes de lanzarlos al mercado en las condiciones más extremas posibles en el planeta. Realizan pruebas exigentes con recorridos de largas distancias bajo temperaturas elevadas a 50º C, o al revés, a -30º C, e incluso con una humedad muy elevada o a gran altitud para ver como responde el vehículo con menos oxígeno en el ambiente. Todo ello con tal de buscar el límite de los vehículos y estudiar y mejorar su fiabilidad y el comportamiento del coche en varios factores. Estos solo es posible recorriendo medio mundo, en un proceso largo y tedioso mediante el cual los probadores e ingenieros recorren distancias increíbles durante años. Pues bien, Ford ha creado un edificio con el que simular estar en cualquier condición meteorológica del planeta.
Se trata de un edificio donde la marca simulará cualquier condición, ya sea el duro frío del Polo Norte o el calor más insoportable del Valle de la Muerte o incluso tormentas tropicales.
En la planta de simulación de climas se podrán crear temperaturas desde -40º C hasta 50º C. Incluso podrán crear grandes nevadas con las que poner a prueba los limpiaparabrisas. También podrán hacer que caigan diluvios y tormentas tropicales y hasta grandes ráfagas de viento sobre los coches a probar. Pero no solo eso, los ingenieros de la marca del óvalo además podrán simular las presiones atmosféricas de altitudes elevadas en incluso crear una atmósfera con una humedad del 95%.
Además de ese edificio, en el enorme complejo habrá tres túneles de viento y cada uno tiene una función determinada. En cada túnel hay un dinamómetro apto para coches de cualquier tipo de tracción, capaces de generar vientos de hasta 250 km/h. El nivel de sofisticación es tal que en tan solo 17 minutos se pude recrear un ascenso de 5.200 metros de altitud, con viento de cara de 120 km/h.
Según Ford, en el tercer túnel pueden recrear el punto más elevado sobre el nivel de mar de toda Europa, llegando a una altitud de hasta 5.200 metros sobre el nivel del mar. Aquí se trata de someter a un esfuerzo al coche para ver su rendimiento ascendiendo a esa altitud en 17 minutos y pudiendo someterlo a velocidades del viento de hasta 120 km/h.
Gracias a estas novedosas instalaciones Ford podrá recorrer todos los continentes sin moverse de Alemania, poniendo sus coches en todas las condiciones climáticas posibles de forma rápida y eficiente. Y es que la necesidad llega ya que más de la mitad de los Ford vendidos son usados en lugares con una altitud superior a los 1.000 metros sobre el nivel del mar.