Audi ha anunciado la incorporación de una nueva versión dentro de la gama de su coupé más pequeño, el TT. Este vehículo de tres puertas mejora así sus posibilidades, con una versión diésel combinada con un sistema de tracción total que lo hace más seguro y capaz en circunstancias adversas.
El TT avanza ya por su tercera generación, manteniendo la personalidad del modelo original, lanzado al mercado a finales del siglo pasado, en 1999. Este modelo ha sido desde sus primeras versiones uno de los más personales y característicos de la firma de los cuatro aros, que ha ido, con cada generación, mejorando y ampliando su gama.
La actual edición del TT se lanzó al mercado en 2014, heredando unas líneas muy características y plenamente reconocibles dentro del mercado. Como viene siendo habitual en el mundo del automóvil, se acentuó el carácter tecnológico del modelo, con motores más prestacionales y a la vez más eficientes.
En esta tercera generación el TT disfruta por primera vez en su historia de un motor diésel entre su gama, concretamente un propulsor 2.0 TDI de cuatro cilindros con 184 CV y 380 NM, asociado de forma obligatoria a una transmisión manual de 6 velocidades que transmitía la potencia sólo al eje delantero.
Según informa Audi, uno de cada dos TT vendidos diariamente en todo el mundo equipan la tracción integral quattro, de forma que el motor 2.0 TDI recibe a partir de ahora la opción de este sistema de propulsión. Se incorpora también la caja de cambios automática de doble embrague S-Tronic con 7 relaciones, completando una oferta cada vez más amplia.
Con esta combinación, el TT 2.0 TDI quattro ofrece unas prestaciones más que destacables -acelera de 0 a 100 km/h en 6.7 segundos- manteniendo unos consumos medios homologados muy bajos, concretamente de 5.2 litros/100 km. Se espera que el incremento de precio respecto a las versiones de tracción delantera ronde los 3.500€, y las primeras unidades se entregarán a principios de 2017.