El fabricante sueco Volvo siempre se ha distinguido por su faceta polivalente y aventurera. Estos días la marca celebra los más de 20 años de su primer modelo con tracción integral, un sistema que poco a poco se ha ido expandiendo por la gama de Volvo, ofreciendo hoy día numerosas opciones en varias carrocerías y motorizaciones.
El primer modelo que montó un sistema de tracción total en la marca sueca fue el Volvo 850 Estate, la variante familiar del 850, asociado a un motor 2.5 turboalimentado con 192 CV y transmisión manual de 5 velocidades. Se lanzó en mayo de 1996, y exteriormente no se distinguía de sus hermanos de tracción delantera, pero la propuesta gustó, y poco a poco comenzó a extenderse.
No fue hasta el año siguiente, en 1997, cuando Volvo lanzó la que se convertiría en una de las familias de modelos con tracción total más conocidas del mundo, la Cross Country, siendo su primer integrante el V70 Cross Country, un turismo familiar con decoración campera y ciertas capacidades offroad.
El lanzamiento de la familia Cross Country coincidió en el tiempo con el inicio del desarrollo del XC90, que se culminaría en 2002 con el lanzamiento de la primera generación del SUV sueco, un modelo sobrevivió prácticamente sin modificaciones hasta 2015.
A día de hoy Volvo ofrece sistemas de tracción total en prácticamente toda su gama, con la nueva Serie 90 -XC90, V90 y S90- como mayores exponentes, sobre todo con sus versiones híbridas enchufables T8, capaces de ofrecer un sistema de tracción integral extremadamente respetuosa con el medio ambiente.
La gama Cross Country está coronada en la actualidad por el recién lanzado V90 Cross Country, con su estética diferenciada con protecciones plásticas, unas llantas específicas y una altura de suspensión mayor que la del V90 tradicional. Como dato, destacar que el 40% de todos los Volvo vendidos en 2016 montaban de fábrica tracción integral.