Para construir el coche del futuro hace falta la fábrica del futuro, con inteligencia artificial, robótica, y otra serie de término que por ahora cuesta asimilar. Audi ha mostrado como sería la suya, los procesos en los que está trabajando para hacer que su fábrica del futuro se reinvente más allá de la cadena de montaje actual, para lograr implantar más tecnología, más eficiencia y que se adapten a las necesidades actuales y futuras del mercado del automóvil y sus clientes. ¿Es Audi la única que está trabajando en esto? Ni mucho menos, una revolución industrial llegará y entonces el lugar del operario, de la mano humana evolucionará.
Y es que el mercado está cambiando rápidamente, cada vez las marcas tienen más productos más parecidos y que producir en mayor volumen, con muchas opciones de personalización por parte de los clientes, con unas normativas que cumplir que hacen que todo esto implique la necesidad de esa conversión tecnológica de las factorías.
Los mercados están haciendo que las marcas tengan que evolucionar hacia esas líneas de producción donde reine la robótica o la inteligencia artificial, y es que dentro de poco será una necesidad inevitable para las marcas. Audi es el mejor ejemplo de ello con la enorme variedad de modelos y versiones que posee y que actualiza a medida que avanza la vida comercial del modelo.
Por eso que una marca tenga una línea de montaje para un solo modelo se hace inviable. De hecho, en las líneas de montaje actuales, con sus plataformas comunes y modulares con las que fabricar varios productos partiendo de una misma base, poco a poco dejan de ser eficientes intentando cumplir dichas necesidades.
Las líneas de montaje tal y como las conocemos ahora mismo cambiarán de forma drástica en los próximos años, dando lugar a sitios de trabajo más reducidos, con menos operarios, más cualificados los que se queden, y que sepan operar la alta tecnología que les rodeará.
En Audi creen en los centros de trabajo separados y de tamaño reducido, con rutinas de trabajo más flexible con unos sistemas de transporte que además de las grúas y las líneas de transporte fijas sean sistemas autónomos controlados por un ordenador central. Con este tipo de medidas la eficiencia de las fábricas crecería en un 20%, y de hecho, ya se usa en algunas como la de Györ, en Hungría. Por lo tanto nos encontramos con que esa tecnología del futuro que haga obsoleto al operario ya existe a día de hoy, los cual nos plantea la situación de hasta donde crecerá esta tecnología en el futuro. ¿Desaparecerá el operario casi por completo más allá de labores de supervisor?
Más tecnología implica menos factor humano y hay que tener en consideración que en la planta de Györ, Audi tiene a más de 11.000 empleados. Allí, a medio camino entre Viena y Budapest, Audi produce motores y ensambla el Audi TT y varias versiones del Audi A3. El aumento de la eficiencia implica una fábrica en la que la presencia del operario se verá reducida, haciendo que aumente la cualificación de aquellos que si trabajen en la fábrica.