Skoda ha anunciado la llegada del motor 1.0 TSI a la gama de su urbano más popular, el Fabia. El Skoda Fabia es el "primo-hermano" de los SEAT Ibiza, Volkswagen Polo y Audi A1, siendo el último que quedaba sin acoger la nueva planta propulsora del Grupo VW, tras instalarse en el resto de urbanos del gigante alemán.
El pequeño 1.0 TSI es un motor de nuevo desarrollo, de tres cilindros y, por supuesto, inyección directa y sobrealimentación mediante turbocompresor. Este motor llega para sustituir al 1.2 TSI de cuatro cilindros, uno de los propulsores más populares del mercado en el nicho de los vehículos pequeños.
Este tricilíndrico pesa 10 kilos menos que su antecesor, una cifra muy destacable teniendo en cuenta que el 1.2 TSI ya era un propulsor ligero. Construido en aluminio, el 1.0 TSI está construido de forma que su funcionamiento destaca sobre todo por su finura, hasta el punto de que no necesita árbol de equilibrado, un elemento mecánico común en los motores de dos, tres y cuatro cilindros.
El 1.0 TSI llega a las dos carrocerías del Fabia, tanto la compacta como la familiar -Combi-, en dos niveles de potencia, de la misma forma que estaba disponible hasta la fecha el 1.2 TSI. La primera variante, de 95 CV, supone un aumento de 5 CV respecto al anterior 1.2 TSI de 90 CV.
Con este motor las prestaciones se mantienen prácticamente invariables ya que la cifra de par máximo no se modifica -160 NM-, aunque los Fabia con este propulsor alcanzan una velocidad máxima ligeramente superior, pasando de 182 km/h a 185 km/h en el caso del Fabia y de 185 a 187 km/h en el Fabia Combi. El consumo se reduce en 0.3 litros, pasando de 4.5 litros/100 km a 4.2 litros/100 km, equivalentes a unas emisiones de 99 gr/km de CO2.
La versión más potente del 1.0 TSI que llegará al Fabia ofrece 110 CV, cifra idéntica a la de su predecesor. Con este motor, el par máximo pasa de 175 NM a 200 NM, lo que redunda en un mayor agrado de conducción y unas mejores recuperaciones. El consumo desciende de 4.7 litros/100 km a 4.4 litros/100 km.