Clase y elegancia en el exterior y lujo en el interior. Habitualmente esta es la premisa que se relaciona con todos los productos que salen de las líneas de las distintas factorías que Mercedes-Benz tiene repartidas por el mundo. ¿Y si ese lujo y presencia interior pudiera ser vista por todos? El Mercedes Clase E Cabriolet es capaz de combinar ambas y además ofrecer al conductor una experiencia única al volante de un exclusivo descapotable de techo de lona.
Siete años después del inicio de la comercialización de su antecesor, la firma germana ha presentado el nuevo Clase E Cabriolet, el último de los modelos que faltaba por actualizarse de la gama. En resumidas cuentas, estamos hablando de las mismas características, plataforma y diseño que la versión Coupé pero llevada a su variante cielo abierto y con una capota de lona eléctrica que es capaz de cerrar el habitáculo en apenas 20 segundos -mismo tiempo para realizar la tarea de retirar la capota-, permitiendo realizarse siempre a velocidades inferiores a los 50 km/h. El catálogo de la marca además permitirá seleccionarla hasta en cuatro colores distintos: marrón, azul, granate o negro, tontos que combinan perfectamente con las distintas configuraciones de la carrocería e interior.
Siguiendo el mismo camino y cumpliendo con los mismos estándares de calidad tanto en materiales como en fabricación con los que se producen el Clase S Cabriolet, la firma de la estrella ha concebido un cabrio que asegura el confort de los cuatro ocupantes para los que está ideado el habitáculo. Para aquellos a los que les encanta viajar a cielo descubierto, Mercedes ha presentado su paquete especialmente ideado para ello, con elementos como el sistema AIRSCARF que permite crear una ‘bufanda’ de aire caliente alrededor del cuello de los ocupantes, nuevas posiciones especificas del climatizador y la posibilidad de contar con el AIRCAP, piezas que se situan en los reposacabezas traseros y en el marco del parabrisas delantero con el objetivo de reducir las turbulencias propias del aire que se cuela en el interior al llevar el techo abatido.
En cuanto a las dimensiones, con sus 4,83 metros de largo, calca el mismo tamaño que la versión coupé. Las medidas son claramente superiores a las de la versión descapotable anterior, con 123 mm más de largo, con 74 mm más de ancho, 30 mm más de alto y 113 mm más de batalla, ofreciendo más especio para las dos plazas posteriores gracias al aumento también de la distancia entre ejes a la que se ha sometido a dicho modelo, el cual pasa ahora a tener 10 centímetros más. El maletero es otro de los elementos fundamentales, manteniendo una capacidad de 310 litros cuando se encuentra descapotado y de 385 cuando se encuentra el techo de lona desplegado.
La altura de la carrocería ha sido reducida en 15 mm, adaptándose a la configuración de este modelo respecto al coupé, mientras que, en materia de seguridad, equipa arcos en los asientos traseros que emergen en cuestión de centésimas de segundo en caso de vuelto, además de la posibilidad de equipar airbag de cortina y airbags laterales traseros. Falta por conocer las motorizaciones elegidas para el mismo, sin embargo, vista las similitudes que tiene con su versión cerrada, es de esperar que no varíe demasiado.