Infiniti muestra su lado más oscuro con el Q60 Black S
A mediados de 2015, Renault Sport recibía el visto bueno por parte del consejo de administración para sellar su regreso al Mundial de Fórmula 1. En esos momentos, el departamento de competición de la firma del rombo tenía ciertas alternativas, la primera de ellas, empezar desde cero. El resto correspondía a la posible compra de alguna de las escuderías ya existentes, entre ellas Toro Rosso, Force India, Sauber o el equipo con más papeletas, Lotus F1 Team.
La escudería británica, con sede en Enstone regresaba a manos de Renault, y la marca francesa dejaba de lado su papel secundario como motorista de Red Bull en sus éxitos para volver a tomar el peso de un protagonista. El equipo de las bebidas energéticas dejaba de ser propulsada por las unidades de potencia Infiniti para pasar a llevar mecánica renombrada por Tag Heuer, en una clara demostración de la ruptura entre ambas partes. Renault/Infiniti únicamente se convertía en el proveedor de motores, mientras que Red Bull firmaba con Aston Martin como socios tecnológicos, tanto dentro como fuera de las pistas.
Esta asociación daba como resultado las ediciones especiales del Vantage S y el nuevo superdeportivo del fabricante británico: el AM-RB 001. Ahora es Infiniti la que quiere presumir de tener relación con una escudería de la Fórmula 1. Precisamente de esa relación con el Renault Sport F1 Team la que ha dado como resultado el nuevo Infiniti Q60 Black S, un samurái decidido a plantar cara a los principales coupé deportivos del viejo continente.
Por el momento sólo se trata de un prototipo, con un alma que se rumorea podría superar los 500 CV de potencia gracias al resultado de unir el motor V6 de 3.0 litros biturbo con una parte eléctrica con recuperador de energía -lo que en competición se suele conocer como KERS o MGU-K-que aportaría algo más de 100 CV al conjunto. Ha sido precisamente Renault Sport la que ha aportado sus conocimientos para esta última tarea, aprovechando todo lo aprendido desde 2014, año en el que se introdujo el reglamento técnico en la Fórmula 1 que obligaba a utilizar unidades de potencia híbridas.
Las referencias a la categoría reina no se detienen únicamente ahí, ya que este musculado deportivo monta un enorme difusor trasero y una única gota de color que destaca sobre el negro de la carrocería. Esa línea amarilla que marca el alerón de lado a lado y que nos recuerda que Renault Sport F1 Team ha dejado ahí su firma.