Nadie apostaba en primera instancia por que el diseño del C4 Cactus de Citroën fuera a resultar tan influyente en el futuro de la firma de los chevrones. Nada más lejos de la realidad. Desde su lanzamiento hace ya tres años, el Cactus ha visto replicadas sus líneas maestras en multitud de modelos.
Citroën ha apostado claramente por este tipo de diseño, personal y atrevido, con el fin de distinguirse de otras firmas, abandonando una línea más clásica que se había popularizado con modelos como el C4 o la segunda generación del C3, que tras renovarse por completo cuenta con una imagen realmente similar a la del C4 Cactus.
La marca gala llevaba tiempo preparando su próximo lanzamiento, un modelo SUV de grandes dimensiones, un segmento que había dejado de lado hace ya bastantes años tras la desaparición del C-Crosser en 2012, un modelo que, en honor a la verdad, no era más que un Mitsubishi Outlander con distintos logos.
Su nueva creación se ha bautizado como C5 Aircross, en una clara alusión al posicionamiento en el segmento D. Su presentación estaba prevista para el Salón de Shanghai, pero ya conocemos su aspecto tanto interior como exterior, con una clara influencia del prototipo Aircross Concept.
El diseño del nuevo C5 Aircross no deja lugar a dudas, se trata de un auténtico Citroën, con un frontal en el que, de nuevo, los grupos ópticos se han dividido en dos partes. El lateral destaca sobre todo por la forma de sus ventanillas, que termina en un remate redondeado, combinado con una moldura oscura en el pilar C que le permite dar la sensación de "techo flotante".
En el interior encontramos algo así como un C4 Cactus "evolucionado", al menos en términos de diseño. A primera vista parece atractivo y original, aunque falta por comprobarse la calidad de realización es la acorde para un modelo del segmento en el que este Citroën pretende competir, y que llegará a Europa a principios de 2018.
Aun no se conocen detalles técnicos de este nuevo modelo, pero por las imágenes disponibles parece que contará con altura libre al suelo suficiente para alguna excursión fuera del asfalto, lo que unido al sistema de control de tracción inteligente "Grip Control", le permitirá avanzar con cierta seguridad en terrenos deslizantes.