El Salón del Automóvil de Shanghái no sólo fue la ocasión perfecta para que los fabricantes europeos mostrarán los modelos con los que quieren asaltar el mercado asiático, también les permitió a las marcas norteamericanas mostrar su respuesta en cuanto a diseño. La primera de ellas fue Chevrolet, la cual se presentaba en la cita china con un SUV híbrido enchufable en el que ha querido anticipar alguna de las características que portarán los futuros modelos de los estadounidenses.
El Chevrolet FNR-X marca precisamente lo que el fabricante norteamericano quiere en sus SUV. Las siglas FNR corresponden a las de Find New Roads, mientras que la X representa el carácter off-road de este Concept Car. En su diseño nos encontramos las siempre características líneas muy marcadas que lucen los modelos de la firma, especialmente un atractivo frontal culminado por unas líneas laterales muy musculosas, marcadas en gran parte por unos pasos de rueda que trasladan las formas del capó hasta las ópticas traseras.
Escultural, sin perder ni un ápice de la agresividad de los muscle cars, sus creadores se han permitido ciertas licencias únicamente aptas para este tipo de ejercicios de estilo como son las puertas de apertura tipo ‘suicida’, las cuales permiten que el habitáculo se presente como un espacio diáfano gracias a la ausencia precisamente de un Pilar B que sierva de nexo para la apertura de puertas. Precisamente el interior sigue la misma línea futurista, combinando gradualmente el color rojo y el cuero negro y con una amplia presencia de pantallas e instrumentación digital además de los mandos integrados que permiten un diseño limpio del salpicadero.
En cuanto al apartado tecnológico, Chevrolet ha insistido en lo presentado precisamente en el Salón de Shanghái hace ahora dos años. En aquella ocasión se mostró el prototipo del FNR, cargado de gadgets y nuevas soluciones, algo que se ha aprovechado en ese nuevo FNR-X. En cuanto a la mecánica, se ha optado por la tecnología hibrida enchufable, con la que el conductor puede elegir entre dos modos de conducción distintos, así como la posibilidad de rodad en modo completamente eléctrico.
Más allá de utilizar una suspensión adaptativa que permitirá reducir la distancia al suelo en ciertas condiciones óptimas para ello -por ejemplo, en autovías o autopistas-, también se aprovecha de la aerodinámica activa para mejorar su coeficiente de resistencia al aire, uno de los principales contras cuando hablamos del segmento de los todocaminos. Además de un frontal y una trasera muy trabajadas aerodinámicamente, también cuenta con una parrilla dinámica y alerones activas que le permite una mayor eficiencia.