Un grupo de 30 personas y más de 1.500 horas de trabajo se han empleado en restaurar completamente uno de los vehículos que protagonizan los primeros recuerdos relacionados con el mundo del automóvil para un gran número de generaciones de españoles. Esta iniciativa de SEAT ha llevado finalmente a recuperar por completo un 600 convertible para el que se han utilizado casi un millar de piezas originales y que está siendo expuesto durante estos días en el Salón del Barcelona.
No es un modelo cualquiera. Gracias a este pequeño vehículo, España se echó a la carretera. Por unas 70.000 pesetas, las familias de clase media podían acceder a un automóvil fiable con el que realizar largos desplazamientos sin depender de transportes públicos como el tren o el autobús. Dotó a la sociedad de ese grado de libertad necesario en una época sociopolítica complicada y eso se tradujo en unas exitosas cifras. En total, SEAT produjo casi 800.000 unidades entre 1957 y 1973, pero la demanda fue tal que incluso los responsables se vieron sorprendidos por la demanda generada durante su primer año de comercialización, tanto, que tuvieron que multiplicar por seis su producción.
Seis décadas después, muchos no han olvidado aquel pequeño 600, algo que el fabricante de Martorell ha aprovechado para rendirle un más que merecido homenaje completando la restauración de esta unidad del SEAT 600D construida en 1965 que se ha encontrado oculta en un garaje durante el último cuarto de siglo. El trabajo ha sido arduo con el objetivo de dejar completamente impoluta a la misma. Ángel Lahoz, ingeniero técnico de SEAT en el Centro Técnico a la cabeza de este proyecto aseguraba con una sonrisa en la boca que “está casi mejor que cuando salió por primera vez de la fábrica”.
No es para menos, además de los cientos de horas de mano de obra y el millar de piezas originales empleadas, entre las que se encuentra el volante, sino que se ha utilizado un bonito tonto ‘gris azulado’ con el que se ha querido mantener la estética vintage del conjunto. Tanto los asientos delanteros como el trasero han recibido un nuevo tapizado de diseño clásico, mientras que el techo ha sido reparado, devolviéndole su funcionalidad y brillo original. Un pedacito de historia del automovilismo de nuestro país.